A primera hora de este miércoles se reanudó el lanzamiento de proyectiles hacia Israel y los bombardeos del Ejército israelí en Gaza en los que murieron otros cinco milicianos palestinos, en la escalada desencadenada por el asesinato selectivo de un líder de Jihad Islámica en el enclave palestino que ya provocó 22 muertos.

Tras una noche de relativa calma, comenzaron a sonar las alarmas antiaéreas en las comunidades israelíes cercanas a Gaza sobre las 6 de la mañana (1 de la madrugada de Argentina), y los cazas israelíes respondieron con bombardeos en los que murieron cinco palestinos.

El Ministerio de Sanidad de Gaza confirmó que dos de los hombres murieron en bombardeos separados y la Jihad Islámica los identificó como sus combatientes.

Más tarde, informó de la muerte de otros tres milicianos en un bombardeo en el centro del enclave palestino.

Alrededor de 220 cohetes fueron disparados a Israel en poco más de 24 horas, el 90% de ellos lograron ser interceptados por los sistemas de defensa antiaéreos israelíes que esta jornada continúan desplegados, informó el Ejército en un comunicado, según la información publicada por la agencia de noticias EFE.

El servicio de emergencias israelí Magen David Adom (Estrella de David Roja) atendió a dos hombres con heridas leves de metralla en el sur del país.

Por su parte, el Ejército israelí dijo haber alcanzado en dos ocasiones a grupos de milicianos palestinos que se disponían a disparar y llevó a cabo bombardeos contra objetivos de la Jihad Islámica a lo largo de la franja de Gaza.

Israel mantiene hoy cerrado el puesto de control de acceso la Gaza en ambas direcciones.

Este nuevo pico de tensión comenzó en la madrugada del martes cuando un ataque selectivo israelí mató a Bahaa al Ata, líder del brazo armado de la Jihad Islámica, y a su mujer, en su casa de la ciudad de Gaza, en una operación aprobada por el primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, y el recién nombrado titular de Defensa, Naftalí Benet.

Netanyahu aseguró que Al Ata había planteado ataques contra Israel.

El grupo islamista Jihad Islámica prometió venganza por estas muertes tras lo que comenzó poco después el lanzamiento de proyectiles que continúa hoy por segundo día