27/07/2021

El gobernador Herrera Ahuad afirmó que se apuntará a la compra de insumos para mitigar los efectos en la población. Se trabajará según la demanda que tengan las cooperativas


El prolongado déficit de precipitaciones en la zona Norte del país y en buena parte de Paraguay y Brasil provocó una bajante histórica de los ríos Paraná, Iguazú y Paraguay, una situación que no se registraba hace 77 años. Por esta situación, como se anticipó ayer, el gobierno nacional decretó el estado de emergencia hídrica en Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, que mediante el decreto 482/2021 “instruye a diferentes áreas de gobierno a adoptar medidas para mitigar las consecuencias de la grave situación que genera la bajante”.


Entre los principales puntos de la medida, que durará por 180 días, se advierte que por la bajante se “presenta eventuales afectaciones sobre el abastecimiento del agua potable, la navegación y las operaciones de puerto, la generación de energía hidroeléctrica y las actividades económicas vinculadas a la explotación de la cuenca hídrica conformada por los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú” e invita a las provincias afectadas a tomar medidas para paliar la situación “en especial aquellas tendientes a disponer un régimen tarifario especial provisorio para los servicios de energía eléctrica, agua potable y transporte urbano para el sector productivo de las zonas afectadas, mientras dure la emergencia”.


En este marco, el gobernador Oscar Herrera Ahuad indicó que instruyó tanto al Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (Imas) como a la Subsecretaría de Obras Públicas para tomar contacto inmediato con Recursos Hídricos de Nación, a fin de interiorizarse sobre los programas que se podrán ejecutar en el marco de la emergencia hídrica, que entró en vigencia ayer en las siete provincias alcanzadas por la medida.


“En principio apuntamos a la compra de bombas, dársenas, mangueras y elementos básicos. También para la construcción de nuevos pontones para la captación de agua cruda, eso es la urgencia”, afirmó el mandatario provincial en diálogo con El Territorio.


Al mismo tiempo, explicó que en la reunión con el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, se definieron detalles sobre las obras que apuntan a garantizar el abastecimiento, como así también el inicio de las obras civiles que ya están para ejecutarse o en pleno desarrollo.


Al respecto, el titular del Imas, Joaquín Sánchez, explicó a este medio que están en contacto con todas las cooperativas de la provincia con el objetivo de conocer los detalles y los inconvenientes que están registrando las entidades a raíz de la bajante de los ríos y arroyos misioneros. Adelantó que se trabajará conforme a las necesidades de cada caso en particular.


Por ello, insisten en el racionamiento del agua a los efectos de evitar posibles faltantes. Sobre todo, porque los pronósticos a largo plazo indican que la escasez de precipitaciones está lejos de ceder.


Como reflejó este medio días atrás, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevé un nuevo desarrollo de La Niña, que se caracteriza por la reducción de las lluvias, fenómeno que iniciaría a partir de agosto y se extendería por lo menos hasta finales del primer cuatrimestre del 2022.


Asimismo, tras conocerse la decisión de Nación, Jardín América resolvió declarar la emergencia hídrica producto de la bajante del Paraná, cuenca del cual dependen para el abastecimiento de agua. En este sentido, se suma a otros municipios que ya habían declarado la emergencia hídrica, como San Pedro y Bernardo de Irigoyen, este último, uno de los más castigados por la ausencia de abundantes lluvias.


En emergencia


Ante los pronósticos desalentadores para el verano, Jardín América declaró ayer la emergencia hídrica en el municipio.


Ernesto Faccendini, gerente de la Cooperativa de Servicios Públicos de Jardín América Limitada, afirmó: “Presentamos la solicitud al Concejo Deliberante para que se declare la emergencia hídrica y se aprobó, lo que nos permitirá anticiparnos a la situación crítica que se avecina”.


“Queremos reforzar el sistema actual y apurar la licitación de una nueva obra, ya que el arroyo Tabay está en un 30 por ciento sobre el caudal mínimo que, si no llueve, puede bajar en una semana al 20 o 10 por ciento de excedente. Todo depende de la magnitud de las precipitaciones”, sostuvo en diálogo con este medio.


En estado de alerta
Desde hace meses Puerto Iguazú siente los efectos de la bajante del río Iguazú, que complicó el abastecimiento de agua.


En este sentido, desde el gobierno provincial se encararon medidas para paliar la crisis hídrica con la entrega de tanques para el almacenamiento de agua para familias que no contaban con un recipiente acorde. Asimismo, se avanzó en la compra de camiones para la distribución de agua y la perforación de ocho pozos. En tanto, se llevó una modificación del sistema de captación de la toma de agua del río Iguazú.


En Irigoyen, por pedido de la Cooperativa de Agua Potable y otros servicios públicos de Bernardo de Irigoyen Limitada (Coopabil), el Concejo Deliberante local declaró en octubre la emergencia hídrica en la localidad por la prolongada sequía que desde hace meses aqueja a la zona Norte provincial.


Si bien a finales de junio algunas precipitaciones trajeron alivio, desde la Coopabil advierten que no es suficiente ese recurso para abastecer a toda la población, pero se auxilia con los pozos perforados conectado a la red principal.


Desde junio de 2019, el fenómeno de La Niña predomina sobre la región y trajo consigo un fuerte déficit hídrico. Los primeros efectos de la falta de lluvias se sintieron en los cultivos anuales, ganadería y té con pérdidas de hasta el 50% en las cosechas. Ahora, la situación se agudizó dada la bajante de los ríos y las escasas precipitaciones que se registraron en los últimos meses. Como informó El Territorio días atrás, en dos años llovió un 25% menos por debajo del promedio habitual.


Los pronósticos a corto plazo no son para nada alentadores. Según proyecciones del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se espera el desarrollo de una nueva etapa de La Niña, de menor intensidad comparada con el registrado el año pasado, aunque se extendería al menos hasta otoño de 2022.


“Realmente se fue profundizando la sequía, que fue extraordinaria, y por supuesto es causante de la baja de los ríos en todos los cursos de la cuenca del Plata, y es lo que vemos con todos los ríos que rodean a Misiones”, mencionó Daniel Fernández Cata, titular de la Dirección de Alerta Temprana en diálogo con Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7.


Luego agregó que “las proyecciones a largo plazo apuntan a una disminución de las precipitaciones, que serán cada vez más irregulares y violentas y extremas”.


Atribuyó esta situación de déficit hídrico y de la bajante de los ríos al efecto del cambio climático.


Vuelven las heladas


Ayer se registraron precipitaciones en diferentes puntos de la provincia, aunque, por supuesto, no resultan suficientes para revertir la situación. Las lluvias llegaron acompañadas de fuertes tormentas eléctricas. Según datos de la Oficina de Prevención  Ante Desastres Naturales (Opad) en Posadas cayeron 14,9 milímetros. Las precipitaciones de ayer darán paso a un nuevo período de frío en Misiones.


Fernández Cata detalló que “como consecuencia de un ingreso de aire polar, nos quedarán por varios días temperaturas muy bajas. En Posadas, por ejemplo, para el miércoles (por mañana) habrá temperaturas de 3º e incluso más bajas. En el resto de las provincias habrá temperaturas más cerca a cero y no se descarta el registro de heladas”.


Hasta el viernes se espera que las temperaturas mínimas en la provincia sean de un dígito.


 


Fuente: El Territorio



 
  

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