13/04/2025

Agradeció las oraciones recibidas y ofreció su rezo por quienes padecen guerras o catástrofes.


El papa Francisco sorprendió a miles de fieles este domingo al participar de la misa por el Domingo de Ramos en la plaza San Pedro, en el Vaticano. La aparición del pontífice, que se mantuvo en silla de ruedas y sin las cánulas de oxígeno utilizadas en semanas anteriores, marcó su tercera intervención pública desde que superó una internación prolongada por una neumonía bilateral.


Desde el altar mayor, el Papa pronunció un breve saludo: “Buen Domingo de Ramos, buena Semana Santa”. Minutos después se acercó al cardenal argentino Leonardo Sandri, delegado para presidir la ceremonia, y le dirigió un gesto fraternal. La multitud celebró con aplausos la presencia de Francisco, visiblemente debilitado pero activo.


El papa Francisco permaneció 38 días hospitalizado debido a una neumonía bilateral. Recibió el alta médica el 23 de marzo, y desde entonces comenzó a retomar gradualmente su agenda. El 6 de abril participó del Jubileo de los Enfermos, un acto que sirvió como señal de su mejoría física.


Este domingo, luego de la misa, recorrió la plaza para saludar personalmente a monjas, niños y otros fieles que se acercaron a acompañarlo en su primera gran celebración litúrgica desde su recuperación.


Un mensaje de fe y consuelo


Durante el rezo del Ángelus, Francisco ofreció palabras de esperanza:
“Frente a los dolores físicos y morales, no caigamos en la desesperación ni nos encerremos en la amargura. Como Jesús, sintámonos envueltos por el abrazo providente y misericordioso del Padre”.


También agradeció los mensajes de aliento recibidos durante su enfermedad:


“En este momento de debilidad física, sus oraciones me ayudan a sentir la cercanía y la compasión de Dios. Yo también rezo por ustedes, en especial por aquellos que sufren a causa de guerras, pobreza o catástrofes naturales”.


El Vaticano refuerza la imagen del Papa
La exposición pública de Francisco en esta Semana Santa aparece como un gesto significativo del Vaticano para mostrar fortaleza institucional frente a las dudas sobre su salud. Si bien el Papa no presidió la misa, su presencia física fue interpretada como una reafirmación de su liderazgo en tiempos de fragilidad.


La agenda papal para los próximos días incluiría su participación en las celebraciones de Jueves Santo y Viernes Santo, aunque aún no fue confirmado si intervendrá en persona o de manera simbólica.


 


Fuente: NA

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