La temporada alta de mosquitos ha llegado a capital provincial con una leve mejora en los índices pero las autoridades no bajan la guardia.
Con la llegada de la primavera, la preocupación por los mosquitos aumenta, especialmente en Posadas, donde las lluvias y las altas temperaturas favorecen su proliferación. En este sentido, Fabricio Tejerina, director de Epidemiología y Control de Vectores, comentó sobre los resultados del último operativo de Levantamiento Rápido de Índices de Aedes aegypti (Liraa), destacando una mejora en comparación con años anteriores, pero alertando que el riesgo de enfermedades sigue presente.
Precisamente, se trata de un relevamiento fotográfico que se realiza al finalizar el invierno, comparando los resultados con los de años anteriores. Según el director, los números son menores que el año pasado, lo que significa que hay menos criaderos, pero aclaró que no se puede bajar la guardia. “Eso no quiere decir que nos relajemos”. En promedio, menos del 7% de las casas inspeccionadas presentaron criaderos, es decir, 7 de cada 100 casas tenían al menos un lugar donde los mosquitos se reproducen.
A su vez, Tejerina explicó que los mosquitos son animales de sangre fría y están muy relacionados con las temperaturas, que debido al cambio climático, han aumentado, prolongando su actividad. “Las temperaturas cada vez son más altas, lo que hace que los mosquitos tengan mayor actividad durante más tiempo y la principal fuente de criaderos sigue siendo los recipientes artificiales con agua, producto del descuido humano. El factor humano es clave al analizar esta enfermedad porque el mosquito se cría en lugares donde dejamos agua”.
En tal sentido atribuyó esta reducción a varios factores, como la falta de lluvias en las semanas previas al operativo. “Si no llueve, encontramos criaderos, pero vacíos. Luego de la lluvia, estos criaderos se activan”, señaló. También mencionó que el invierno fue más frío de lo habitual, lo que afectó la población de mosquitos.
Sin embargo, advirtió que con el aumento de las temperaturas, la población de mosquitos vuelve a crecer, aumentando el riesgo de transmisión de enfermedades.
En cuanto a las zonas más afectadas, mencionó que tradicionalmente el sur de la ciudad presenta los niveles más altos de infestación, especialmente en las delegaciones de Miguel Lanús y Villa Cabello. Sin embargo, en este último operativo, el promedio más alto se registró en la zona norte de la ciudad. Pese a esto, aclaró que “mosquitos encontramos en todos lados” y que no existe un barrio exento de criaderos.
Desafíos
Uno de los mayores desafíos para el control de mosquitos es el acceso a ciertas áreas de Posadas. “Hay casas abandonadas o en desuso que se convierten en criaderos, donde el Estado no puede ingresar. Estos espacios, junto con canaletas rotas y recipientes en desuso, se transforman en lugares propicios para la reproducción del mosquito. No podemos controlar todos los criaderos si no contamos con la colaboración de los vecinos”, afirmó el director de Epidemiología y Control de Vectores.
Asimismo, el director también advirtió sobre el riesgo de enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue. Si bien los índices actuales son alentadores, el riesgo siempre está presente. Según Tejerina, los ciclos de epidemias de dengue en Posadas se acortaron, pasando de siete años entre un brote y otro a cuatro o cinco años. Este patrón hace que el trabajo de control y prevención sea constante.
Circulación
Además, señaló que muchas personas viajan a zonas donde el mosquito sigue activo durante todo el año, como Brasil, lo que incrementa las posibilidades de contagio. “En el NEA pudimos cortar la circulación del mosquito durante el invierno, pero en otros lugares como Brasil, siguen registrándose casos, y eso representa un riesgo”.
Sobre el nivel de riesgo actual en Posadas, dijo que “el riesgo siempre está latente porque tenemos mosquitos, no hemos erradicado al insecto”. Aunque el índice de infestación es menor, las condiciones para la proliferación de mosquitos están dadas, especialmente con el aumento de la temperatura y la movilidad de las personas, lo que facilita la transmisión de enfermedades.
Finalmente, Tejerina hizo un llamado a la comunidad a no bajar la guardia y continuar con las medidas de prevención, como eliminar recipientes con agua y colaborar con los operativos de control. “Es importante que sigamos recordando a los vecinos las tareas que tenemos que hacer para evitar la reproducción de los mosquitos”, concluyó.
Fuente: El Territorio