15/06/2024

En la Unidad Penal de Loreto se realizan talleres de oficios con materiales donados. Cunas, mesas y sillas son algunos de los muebles realizados. Lo fabricado se dona a distintas asociaciones y escuelas.


La mala reputación que genera haber estado preso y los escasos recursos económicos, son los principales obstáculos que la mayoría de los internos enfrentan al intentar reinsertarse en la sociedad después de recuperar la libertad.


En este sentido, en la Unidad Penal de Loreto se desarrollan talleres de oficios con el fin de que las personas privadas de su libertad, puedan reinsertarse social y laboralmente al salir. Una de las principales tareas que realizan diariamente es la carpintería y los mobiliarios son destinados a distintas asociaciones y organizaciones carentes.


En diálogo con El Territorio, el encargado de los talleres de carpintería de la Penitenciaría, Manuel Yegros, contó que desde el año 2022 trabajan en un convenio con Vicegobernación  la empresa Arauco en la fabricación de carpintería. "En la carpintería se fabricaban camas cucheta y cuna para las personas necesitadas. Se realizaba con la materia prima que se recibía por donación de diferentes instituciones. Ahí empezamos a trabajar en un convenio con la fundación Pequeños Gigantes -que ayuda a niños prematuros- realizado cunas y mesas".


Precisamente, lo que apunta el taller es incluir a sectores vulnerables y a la vez, darle una segunda oportunidad a quienes permanezcan presos. Para llevar adelante la formación en carpintería reciben donaciones de herramientas y maderas. "El taller como nosotros le llamamos labor-terapia busca aportar en conjunto con la colaboración de diferentes organismos que se comprometen a través de donaciones y herramientas que los internos se sientan incentivados. La idea es que ellos también se sientan importantes y que tengan un lugar para que colaboren con la sociedad e intenten subsanar el error que ellos cometieron", explicó Yegros.


En este sentido, el encargado de los talleres destacó que todos le ponen mucha impronta y asisten de forma puntual al taller. Si el profesor se retrasa por unos minutos se quedan preocupados ya que les gusta participar y aprender sobre carpintería. Anteriormente, el trabajo que realizaban no era visibilizado pero con estas iniciativas, buscan una reinserción social.


"La jueza Cukla cumple un papel importante porque por medio de ella se recibió donaciones de madera para fabricar sillas y mesas para una escuela. Ella busca que esto sea continuo para poder formarlos en un oficio y que posteriormente una vez cumplida su pena, salgan con una herramienta para poder subsistir", explicó.


Las clases son impartidas por distintos profesionales como un ingeniero en industria de la madera, un maestro carpintero y el personal del Servicio Penitenciario. "Los internos asisten de lunes a viernes y allí se sacan sus dudas sobre cómo fabricar una silla y aprender desde cómo se debe cortar la madera, cómo sacar una medida y cómo hacer un diseño. El taller también está disponible a los penitenciarios que quieran sumarse", expuso.


Y cerró: "desde mi perspectiva esto es algo muy positivo para que quienes estén privados de la libertad no se queden solo encerrados. Buscamos que la gente se entere de que se trabaja en la reinserción. Próximamente queremos empezar a trabajar en la huerta de Loreto y en un criadero de lechones. La idea es que este trabajo se despliegue por todas las cárceles de la provincia".


 


Fuente: El Territorio

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