01/05/2023

También aumentarán los préstamos para pymes por la suba de tasas.


La nueva suba de tasas de interés dispuesta este jueves por el Banco Central subirá el costo del crédito, en particular en aquellas financiaciones en las que la autoridad monetaria establece una tasa fija.


La decisión se suma a lo dispuesto por el BCRA una semana atrás, cuando llevó la tasa de referencia de 78% a 81%. Ayer, para enfrentar la corrida cambiaria, la subió otros diez puntos porcentuales y la dejó en 91%.


Con el aumento del rendimiento de los depósitos, el BCRA también dispuso el encarecimiento del costo para refinanciar los saldos del resumen de la tarjeta de crédito. La semana pasada había decidido que “con vigencia a partir del ciclo de facturación correspondiente a mayo de 2023”, quienes abonen el pago mínimo de la tarjeta deberán pagar un interés compensatorio del 80%.


Este jueves, el BCRA volvió a incrementar esa tasa y la llevó al 88% a partir de junio. La entidad señaló que dispuso “reemplazar, con vigencia a partir del ciclo de facturación correspondiente a junio de 2023, por 88% nominal anual el límite al interés compensatorio para financiaciones vinculadas a tarjetas de crédito que pueden aplicar las entidades financieras”.


Los bancos y otras entidades financieras deberán “notificar tal límite a los tarjetahabientes de manera previa a su aplicación”.


 Límite


Un punto importante sobre las nuevas tasas es que rigen para aquellas deudas que no superen los $200.000. Cuando el monto a financiar sea superior a ese importe, se aplicará la regla general para el financiamiento con tarjeta: cada banco cobrará una tasa que no podrá superar el 25% de la tasa que cobra por préstamos personales.


Es decir que si un banco cobra un 100% de tasa por un crédito personal, no podrá exigir más de 125% para refinanciar con la tarjeta.


El alza de la inflación, mayor al 7% mensual, empuja a muchos consumidores a utilizar con más frecuencia tarjetas de crédito para “calzar” las compras luego de la fecha de cierre y, así, demorar casi un mes el pago de una compra.


Esta operatoria pone al crédito en ventaja sobre el pago en efectivo o con débito, sobre todo si ese dinero rinde algún interés en la cuenta.


Ese uso más intensivo de la tarjeta suele hacerse conveniente pagando el resumen completo y evitando afrontar la tasa de refinanciamiento que este jueves subió por segunda vez en la semana.


Créditos para pymes


La suba de tasas también trajo un encarecimiento del costo del crédito para la pequeña y mediana empresa en las líneas subsidiadas.


El BCRA obliga a las entidades financieras a destinar el 7,5% de los depósitos privados a la “Línea de financiamiento para la inversión productiva de MiPyME” a tasas determinadas y a un plazo no inferior a 24 meses.


En el caso de los préstamos para financiar proyectos de inversión, a partir de ayer el interés subió del 67,50% al 74,50% nominal anual.


En el caso de los créditos destinados al financiamiento de capital de trabajo, el segundo destino disponible de esta línea, la tasa subió del 77,50% al 86,50% nominal anual.


Al ritmo de la suba de la inflación y de la tensión cambiaria de la semana pasada, la suba de tasas abarcó no solo a los préstamos sino también a los depósitos.


A partir de ayer, los plazos fijos ofrecen un rendimiento del 91% nominal anual, que se extiende al 141% en el caso del rendimiento efectivo, es decir, cuando del depositante renueva el plazo fijo con capital e intereses todos los meses durante un año. Esa nueva tasa se aplicará a las personas físicas en el caso de depósitos inferiores a $30 millones. Hasta el jueves el límite eran $10 millones.


Con este rendimiento, desde este viernes un plazo fijo minorista para personas físicas a 30 días rendirá un 7,6%, casi lo mismo que la inflación registrada el mes pasado.


Para el resto de los plazos fijos del sector privado la tasa mínima nominal pasó del 72,5% al 85,5%, lo que equivale a una tasa efectiva de 128,5%. Por último, el BCRA también modificó los plazos fijos en UVA precancelables.


Estos depósitos pagan un rendimiento en base a la inflación más un interés del 1% y son a 90 días, pero pueden cancelarse anticipadamente después del día 30. En ese caso, el rendimiento entre el día 30 y el día de la cancelación será del 86%. La tasa anterior era del 77%.


La cantidad actual de pesos en la economía se duplicará en agosto


Tras la decisión del Banco Central de subir 10 puntos porcentuales la tasa de interés de referencia, que se suman a los 3 puntos dispuestos la semana pasada para llevarla a 91% nominal anual, la carrera de la inflación, dólar y tasas tomó un impulso definitivo.


Si bien la medida está escrita en el manual básico anticorrida de la ortodoxia económica, las consecuencias de mediano plazo serán las contrarias a las que se buscan.


El dilema era claro: mantener una tasa negativa ante las fuertes presiones cambiarias propiciaba la dolarización de las carteras, con el salto del tipo de cambio y el inmediato traslado a precios, tal como ocurrió en los últimos días.


Pero, la contundente suba también deja sembradas consecuencias similares a futuro: anticipa que habrá más pesos en la economía y, con ello, una persistente presión inflacionaria.


Esto porque además de los pesos que el Banco Central emite para financiar al Tesoro vía adelantos transitorios -de los que el jueves giró $100.000 millones, que se suman a los $130.000 millones del mes pasado- la autoridad monetaria deberá aumentar la emisión para pagar los intereses de las Leliqs y Pases, los denominados pasivos remunerados.


En un año, si se mantuviera el nivel de las tasas establecido el jueves, el volumen de la base monetaria se triplicaría en apenas un año, y para agosto esa cantidad de pesos ya sería del doble de la actual. Así lo explicó en un hilo de Twitter el economista de la consultora Empiria, Juan Ignacio Paolichi. “En un año se emitirían $18 billones. Lo que implica que alcanzaría con 4 meses para duplicar la base monetaria actual (cantidad de pesos en circulación), sólo de intereses. Dicho de otra forma, en un año tendríamos 3,5 bases nuevas”, posteó.


Según Paolicchi, el dato genera expectativa de que tarde o temprano se vuelquen más pesos a la calle, lo que suma presión a los precios. “Es una señal desesperada para no hacer lo que realmente hay que hacer: bajar el déficit fiscal. En una semana, el Tesoro emitió $300.000 millones para financiar al Fisco. Más Leliq que van a más tasa que son más emisión futura”, opinó.


Depósitos, la zanahoria


La tasa que definió el jueves el Banco Central, equivalente a 141% de tasa efectiva anual, es la más alta en los últimos 20 años, superada sólo durante los primeros meses de 2002, durante la salida de la Convertibilidad.


Por aquella época, el entonces presidente del BCRA, Mario Blejer, sostenía la máxima: “No hay nada más cobarde que el capital. Lo que hay que hacer es que la codicia supere al miedo”. Funcionó en esa oportunidad, en un contexto en que durante una década, la entidad que presidía había mantenido apagada la máquina de imprimir billetes.


Hoy el contexto es diferente pero la tentación del premio que el Gobierno pone sobre la mesa es fuerte y con mayor alcance que hasta hace una semana.


Es que para contener la mayor cantidad de pesos posible y evitar que se vayan al dólar, el Banco Central también modificó la condición de “minorista” para los depósitos.


Esta nueva tasa mínima garantizada se aplicará a los plazos fijos menores a $30 millones, un tope que hasta ayer era de sólo $10 millones.


Para el resto de los plazos fijos del sector privado la tasa mínima será de 85,5% (hasta ayer era de 72,5%), lo que equivale a una tasa efectiva de 128,5% anual.


 



Fuente: Primera Edición - Medios Digitales

DEPORTES