El presidente de los Estados Unidos enfrenta los embates del alza de precios en alimentos y combustibles como hace más de tres décadas no ocurría.

l jefe de Estado del país norteamericano, Joe Biden, brindó un discurso desde la Casa Blanca en medio de la escalada de precios de elementos básicos como alimentos y combustibles, y aseguró que el combate a la inflación “es la mayor prioridad”.

“Nuestra economía pasó de estar en vías de recuperación a estar en movimiento y quiero que todos los estadounidenses sepan que me estoy tomando la inflación muy en serio y que es mi máxima prioridad doméstica”, manifestó el mandatario. En ese orden, aseguró que las “raíces de la inflación” están fuera de su control, como el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, o las secuelas económicas de la pandemia.

Las consecuencias de la inflación, que es la mayor en más de tres décadas en ese país, afectaron la credibilidad del gobierno y en este momento hay clima preelectoral en los Estados Unidos, dado que se avecinan las elecciones de medio término.

En la jornada de hoy se va a conocer el índice de inflación correspondiente al mes de abril, donde esperan que sea similar al 8,5% que se registró en marzo, justo en un contexto donde el precio de los combustibles se disparó.

Biden analizó que “las dos causas principales” de este problema son la pandemia, que “afectó a la cadena de suministros”, y la otra la invasión rusa de Ucrania, que provocó un “in­cremento de precios de la gasolina y de los

alimentos”. En cuanto a la cercanía de las elecciones, o mejor, del inicio de la campaña, Biden no dejó de lado la competencia con su antecesor, Donald Trump, a quien le ganó las elecciones presidenciales, pero sigue encarando la oposición.“Los estadounidenses tienen ahora una elección entre dos caminos que reflejan valores muy diferentes”, subrayó Biden en su exposición y aseguró que desde su partido proponen “una vía para reducir la inflación y hacer crecer la economía bajando los costes para los trabajadores, aumentando sus salarios, reduciendo el déficit” y “haciendo que las grandes corporaciones y los estadounidenses más ricos paguen su parte justa”.
 

Fuente: Hoy - AFP