10/05/2022

Especialistas advierten sobre los síntomas que deben tener en cuenta los padres. Este lunes se reunieron los profesionales de los servicios de Infectología, Emergencias y Gastroenterología del Hospital Fernando Barreyro para establecer una ruta de atención.


En Argentina se investigan al menos ocho casos sospechosos de hepatitis de lo que los especialistas denominan de origen desconocido. En Misiones, el viernes pasado se encendió por primera vez la alarma ante la aparición de un cuadro de una beba pero finalmente fue descartado dado que “en laboratorio virológico en materia fecal se aisló un adenovirus, pero no reunió criterio para hepatitis”, explicaron las autoridades sanitarias.


El contexto, no obstante, para la provincia como para todo el país y el planeta es de una alerta vigente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que fue emitida tras la notificación de muchos casos en el Reino Unido y en población pediátrica.


De manera que, ayer por la mañana se reunieron los profesionales de los servicios de Infectología, Gastroenterología y Emergencias del Hospital de Pediatría Fernando Barreyro para establecer un protocolo de atención específico para cuadros hepáticos.


“Se modifica la atención de manera interna. Nos organizamos con las herramientas que tenemos para seguir una ruta de atención. Es decir, tener en cuenta qué tipo de sintomatología evaluar, qué pacientes ameritan internación, qué pacientes siguen en consultorio externo, qué estudios se hacen acá, qué estudios se derivan al Lacmi y al Malbrán”, señaló en diálogo con El Territorio, Mariela Garnier, jefa de la guardia del nosocomio provincial.


“Hoy -por ayer- a las 7.30 nos reunimos con los diferentes equipos para organizar el protocolo de atención de los casos de hepatitis y estar preparados si llegáramos a tener un cuadro así”, insistió la profesional, a lo cual agregó: “Para los pacientes no cambia, no será atendido en un lugar especial ni aislado. Al ingresar será sometido a un triage, como se hace siempre y en función de la gravedad se definirá la premura de la atención”.


“No aumentaron las consultas por cuadros compatibles con hepatitis o gastroenteritis. No obstante, hay que alertar a la población que los síntomas de esta hepatitis fulminante no es la gastroenteritis, son los síntomas como vómitos, ictericia -que es la coloración amarilla de la piel-, cambio de color de la materia fecal (se pone blanca), coluria, dolor abdominal, lumbalgia”, detalló Garnier, al tiempo que llevó tranquilidad a los padres: “La hepatitis y la gastroenteritis son cosas diferentes, si no todos los padres se van a preocupar mucho cuando el niño tiene un poco de diarrea. La diarrea no representa un signo de alarma para la hepatitis fulminante”.


Poco común


La hepatitis es una enfermedad que provoca inflamación al hígado, que por lo general es a consecuencia de diferentes virus (A, B, C, D y E).


Sin embargo, en los casos reportados en Europa y recientemente en Argentina (ocho) no se identificó ninguno de estos agentes patógenos, por ello se considera que es una hepatitis de origen desconocido.


Consultada sobre los casos de hepatitis que se ven habitualmente en Emergencias, Garnier señaló “muy poco, en el último año yo particularmente no vi ni un paciente, no es común; es que los niños tienen las vacunas para hepatitis A al año de edad y contra la hepatitis B al nacer. Las hepatitis que solemos ver son las autoinmune o por medicamentos, son de otra etiología, pero las hepatitis virales eran más frecuentes y ahora prácticamente no se ven”.


En cuanto al criterio de internación en el marco de esta alerta, sostuvo: “Primero tener la parte clínica del paciente, aunque no se ajuste a los resultados de laboratorio se interna igual. Y con respecto a los laboratorios, los que tengan transaminasas mayores de 400 (son enzimas intracelulares que catalizan reacciones de transaminación y que están localizadas en diversos tejidos del organismo, siendo la más específica de lesión hepática la GPT) aunque estén bien clínicamente se internan igual”.


“A través de un estudio de sangre se sabe si está afectado el hígado, después tenemos que buscar las causas, cuya búsqueda, se realiza mediante otros estudios de sangre y mediante materia fecal”, indicó la especialista.


Hizo hincapié en la internación: “Para internar a un paciente, primero vemos cómo está clínicamente, si vemos que requiere internación lo dejamos internado. Si notamos que no está bien queda internado para tratamiento no sólo para observación, si no es hepatitis el paciente puede tener otra cosa. Ahora si el paciente está bien, sin criterio clínico, pero los laboratorios le dan alteraciones, queda internado para observación”.


Principales síntomas


•Fiebre elevada
•Signos de deshidratación
•Decaimiento general
•Heces claras
•Orina oscura
•Color amarillento de la piel


“Las vacunas no van a inhibir este cuadro grave”


La infectóloga Liliana Arce había explicado los alcances del alerta de la OMS y qué se sabía de la enfermedad. “Esta hepatitis que comenzó en Reino Unido no tiene nada que ver con las hepatitis que estábamos acostumbrados que para eso tenemos vacuna. Es una enfermedad en la que aparentemente la causa es un adenoides llamado F41, que no sabemos si es nuevo o si esta pandemia ha hecho que en el grupo etario de meses a 16 años hayan tenido contacto con el adenovirus; entonces se sienten ahora muy susceptibles con una situación hepática”, desarrolló la especialista en una entrevista con este medio.


“Es importante que los padres sepan que las vacunas que tienen los niños contra la hepatitis no van a inhibir este cuadro porque está provocado por un virus diferente”, acentuó Arce.


Además, la especialista indicó que en los casos detectados no se han tenido registros de antecedentes de viajes, “que es como se expandió el Covid-19”.


“Así que sabemos que las hepatitis siempre son por contagios a través del agua o a través de los alimentos y es por eso que debemos tener permanentemente bien lavadas las manos, es una herramienta barata y fácil de llevar a cabo”.


“Si de golpe tenemos un chico con hepatitis, los síntomas son vómitos, dolor de panza, diarrea, materia fecal clarita y la orina oscura y el blanco del ojo se ve como que están amarillos. Lo que aconsejaría a los pediatras es que si el chico tiene estos síntomas y no presenta hepatitis A o B y está en falta, debe pensar en esta patología y la única forma de poder localizar ese virus es en sangre, en vías respiratorias o en materia fecal”, detalló la infectóloga.


También agregó que los síntomas son de cualquier hepatitis, pero como hace mucho no hay pacientes graves, “entonces tenemos que saber que ante síntomas de gases intestinales, acompañados del ojo amarillento, diarrea, los padres deben llevar al chico al médico y se va a pedir el laboratorio, la serología y si hay algo que nos preocupa del hígado bueno, se tratará pero se verá si se trata de esta patología”.



Por Griselda Acuña
interior@elterritorio.com.ar
 


 


 

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