20/09/2019

Pudo descubrir su identidad a través de una búsqueda de redes sociales, 28 años después.


Una mujer de 28 años secuestrada a los 4 en la localidad de Marcos Paz por una presunta venganza narco para luego ser “vendida” a otra familia, recuperó su identidad al reencontrarse a través de una página de Facebook con su madre biológica.


Marina Fernanda Aragunde, que vive en Rosario, contó su historia porque luego del reencuentro con su madre, hace cuatro meses, ambas fueron “amenazadas”, dijo hoy la mujer de 28 años.


“A mí me secuestraron y me vendieron. En Mar del Plata se compró una identidad falsa”, relató la mujer que pudo descubrir su identidad a través de una búsqueda de redes sociales.


Según relató, el rapto ocurrido el 1 de febrero de 1995 estuvo motivado en una “venganza” contra su abuelo, un hombre que a los ocho meses del secuestro fue detenido por tráfico de drogas y robos junto al padre de la niña.


Marina contó en declaraciones a Canal 3 de Rosario que quien la secuestró era “una mujer” que había mantenido una relación con su abuelo.


Luego fue llevada en un auto en un “largo viaje” y entregada a la familia que la “compró”, quien la llamó Valeria y obtuvo papeles ilegales para anotarla con esa identidad.


La noticia del secuestro generó enorme conmoción en la comunidad de Marcos Paz y los medios nacionales dieron cuenta del tema.


La Policía bonaerense la buscó mediante rastrillajes en la zona, con perros entrenados con ese fin y a través de helicópteros por vía aérea.


También se realizaron allanamientos hasta en Tierra del Fuego, mientras el caso estaba caratulado como “rapto”, tras descartar a los pocos días un posible secuestro extorsivo, pues no hubo pedido de rescate.


Marina señaló que  28 años después se reconoció en una foto del grupo de Facebook “¿Dónde estás?”, y en un video que subió su madre biológica, María Fernanda.


“Hablé con ella por privado y le empecé a preguntar muchísimos datos que sólo ella podía saber”, dijo sobre la constatación previa al encuentro. “La primera vez que la vi fue muy fuerte. Estaba en bulevar Oroño, la vi venir y sentí que se me completó el alma”, narró.


“Uno nace con el derecho a saber quién es”, agregó.


Marina, que tiene una hija de 13 años y reside en Rosario, aseguró que no tenía recuerdo del rostro de su madre. “Se me venían muchas figuras del cuerpo, pero no las caras”, contó la mujer quien espera una respuesta sobre su partida del nacimiento para obtener su verdadera identidad.


 


 


 

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