Kuwait expulsó este miércoles al embajador de Filipinas en medio de un conflicto diplomático por el sistema de patrocinio al que deben acogerse los empleados extranjeros procedentes de países pobres asiáticos.

La decisión llega después de que se filtrara un video de dos empleados de la embajada filipina en Kuwait ayudando a dos trabajadoras de hogar filipinas a huir de la presunta violencia ejercida por sus jefes kuwaitíes.

"Nos disculpamos por ciertos incidentes que los kuwaitíes ven como una violación de su soberanía", dijo ayer el ministro de Relaciones Exteriores filipino Alan Peter Cayetano.

Las tensiones entre los dos países escalaron en febrero, tras el hallazgo del cuerpo de una mujer filipina desaparecida un año antes en la heladera de un departamento abandonado en Kuwait City.

La autopsia reveló que Joanna Daniela Demafelis, de 29 años, había sido maltratada, tenía varias costillas rotas, hemorragias internas y contusiones; el matrimonio que la empleaba fue condenado en ausencia a pena de muerte.

La reacción del presidente filipino, Rodrigo Duterte, de prohibir a sus conciudadanos trabajar en Kuwait arrastró a 1.700 filipinos de regreso a Manila y se espera que miles más sean repatriados, según las autoridades.

Además de Kuwait, donde residen 250.000 filipinos, se calcula que en toda el área del Golfo Pérsico viven y trabajan unos dos millones.

El caso de la joven empleada doméstica filipina ha reabierto el debate sobre el maltrato hacia los millones de extranjeros pobres que trabajan en el mundo árabe, en particular los cristianos, según la agencia de noticias alemana DPA.

El régimen legal que les espera, permite al patrón árabe confiscar pasaportes, prohibir vacaciones o cambio de trabajo y abusar físicamente de sus empleados con impunidad.

La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) calificó ese régimen de "auténtica esclavitud moderna".

El embajador filipino deberá abandonar el país en una semana y Kuwait llamó a consultas a su enviado en Manila, informó la agencia oficial de noticias KUNA.