17/02/2018

Que la mujer decida si quiere o no anestesia o la posición en la que va a parir, que no se le haga un enema ni sea rasurada, que no se aspire al bebé si es sano, son algunas de las 26 nuevas recomendaciones que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hoy para establecer estándares y reducir intervenciones médicas innecesarias en el parto.


Con el nombre "Cuidados intraparto para una experiencia positiva de parto", el organismo sumó 26 nuevas recomendaciones a las 30 ya existentes. El resultado es un detallado listado de 56 acciones sobre qué recomienda, qué no, y qué sugiere dependiendo de cada caso.


El objetivo, según enuncia la publicación, es "reducir intervenciones médicas innecesarias", tras verificar que "en los últimos 20 años, los médicos han aumentado el uso de intervenciones que anteriormente sólo se utilizaban para evitar riesgos o tratar complicaciones, como la infusión de oxitocina para acelerar el parto o las cesáreas".


"Queremos que las mujeres den a luz en un ambiente seguro con parteras calificadas en instalaciones bien equipadas. Sin embargo, la creciente medicalización de los procesos normales de parto está socavando la capacidad de una mujer para dar a luz e impactar negativamente en su experiencia", indicó Princess Nothemba Simelela, Subdirectora General de la OMS para Familia, Mujeres, Niños y Adolescentes.


Y añadió que "si el trabajo de parto progresa normalmente, y la mujer y su bebé están en buenas condiciones, no es necesario que reciban intervenciones adicionales para acelerar el parto".


Entre las recomendaciones, la OMS incluyó tener un acompañante de elección durante el parto; garantizar una atención respetuosa y una buena comunicación entre las mujeres y los proveedores de servicios de salud; mantener la privacidad y la confidencialidad, así como permitir que tomen decisiones sobre el manejo del dolor, el trabajo y las posiciones de parto (ofreciendo diferentes alternativas), entre otros.


 


"Cada trabajo de parto y cada parto es único"


En el lista, que diferencia las distintas etapas del trabajo de parto, el alumbramiento y los cuidados posteriores de la mujer y el bebé, la OMS realizó recomendaciones específicas reconociendo que "cada trabajo de parto y parto es único y que la duración de la primera etapa activa del parto varía de una mujer a otra".


Para reducir las intervenciones médicas innecesarias, la OMS no recomendó para las mujeres cuyo trabajo de parto se desencadenó naturalmente, utilizar la variable de progresión de 1 cm por hora de dilatación como indicador de riesgo.


En este sentido, la guía enfatiza que una tasa de dilatación cervical más lenta por sí sola no debe ser una indicación de rutina para acelerar el parto y fija con claridad que "no es recomendable una intervención médica (ya sea oxitocina o cesárea) antes de los 5 cm de dilatación, "siempre que las condiciones de la madre y el bebé sean normales".


Tampoco recomienda la medición de la pelvis, la cardiotocografía (un método de evaluación fetal), la realización de un enema a la mujer ni el rasurado pélvico, la limpieza vaginal con clorhexidina, la rotura de bolsa artificial (amniotomía) o la aplicación de oxitocina, ni de ninguna otra droga para acortar el trabajo de parto.


El organismo sí sugiere la auscultación con un dispositivo de ultrasonido doppler o pinard fetal y el suministro de anestesia epidural u opioides (como fentanilo, diamorfina y petidina) si la mujer requiere alivio de dolor y de acuerdo a su preferencia, así como otras técnicas naturales de relajación.


Desde que se completa la dilatación hasta que el bebé sale, que la OMS define como segunda etapa del trabajo de parto, el organismo recomienda que la mujer siga su propio impulso de empujar, y por el contrario, no sugiere el uso de la episeptomía (corte en la vagina), ni la presión manual del fondo uterino.


Las recomendaciones también contemplan aspectos del recién nacido, como no aspirar a los niños que respiran por sí solos y nacen en líquido amniótico claro, dejar al bebé en contacto con la piel de la madre al menos una hora para fomentar la lactancia y prevenir la hipotermia (a menos que el recién nacido tenga problemas de salud); luego, debe suministrársele a todos los recién nacidos un miligramo de vitamina K.


Según la OMS, "alrededor de 830 mujeres mueren a diario por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto en todo el mundo; la mayoría podría prevenirse con una atención de alta calidad durante el embarazo y el parto".

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