Caixabank, el mayor banco de Cataluña y el tercero de España, acordó este viernes mover su sede de Barcelona a Valencia ante la incertidumbre provocada por una posible declaración unilateral de independencia de forma inminente en la región española.

La decisión del banco más grande de Cataluña se suma a la ya adoptada esta semana por el Banco Sabadell, la quinta entidad financiera de España, y a la de multinacional española Gas Natural Fenosa entre otras grandes empresas.

En una sesión extraordinaria, el consejo de administración de CaixaBank adoptó por unanimidad esta medida amparándose en el decreto aprobado hoy por gobierno español, por el que se elimina el requisito de someter un traslado de este tipo a la junta de accionistas, informó la agencia EFE.

CaixaBank, una institución heredera de La Caixa con 113 años de historia, decidió por llevar su domicilio a Valencia, en el este de España, de donde era originario Banco de Valencia, entidad que CaixaBank adquirió en 2013.

Con esta medida, la entidad persigue "proteger los intereses de los clientes, accionistas y empleados, garantizando la permanencia de la entidad en la zona euro bajo la supervisión del Banco Central Europeo (BCE)" ante una eventual secesión.

Previamente, la multinacional española Gas Natural Fenosa decidió trasladar su sede de Barcelona a Madrid.
Fuentes financieras citadas por la agencia de noticias española EFE dijeron que la decisión de Gas Natural Fonseca fue adoptada por el consejo de administración de la multinacional en una sesión extraordinaria celebrada en su hasta hoy sede de Barcelona.

El traslado se adoptó horas después de que el gobierno central del presidente conservador Mariano Rajoy aprobara un esperado decreto ley que facilita el cambio de sede social de empresas entre comunidades autónomas, lo que permitirá acelerar la salida de las sociedades que quieran abandonar Cataluña.

"La política irresponsable del gobierno de la Generalitat (Ejecutivo regional catalán) genera incertidumbre e inquietud en el ámbito empresarial", aseguró el ministro de Economía español, Luis de Guindos, en conferencia de prensa tras el consejo de ministros que aprobó la medida.

El decreto, que el Ejecutivo del conservador Partido Popular (PP) pactó con el opositor Partido Socialista (PSOE), permite que sea el consejo de administración de las compañías quien decida el cambio de sede sin necesidad de convocar a la junta de accionistas como ocurría hasta ahora.

Se trata de una modificación de la ley de sociedades cotizadas aprobada en 2015. El decreto se publicará mañana en el Boletín Oficial y será entonces cuando entrará en vigor.

Ayer, el Banco Sabadell ya acordó en una sesión extraordinaria trasladar su sede social a la ciudad de Alicante, después de haber reformado sus propios estatutos.

Además de estas dos entidades financieras, grandes empresas como Freixenet también se plantean dejar Cataluña.

Esta semana ya hicieron lo propio la biotecnológica Oryzon, la teleoperadora Eurona y el grupo odontológico Proclinic Expert, que se trasladan a Madrid.

"Es triste lo que estamos viendo, la salida de empresas de Cataluña. Y no es culpa de las empresas sino de una política irresponsable que genera incertidumbre e inquietud", insistió el ministro de Economía.

"Los que deberán dar explicaciones son quienes toman estas decisiones", advirtió, refiriéndose otra vez al gobierno independentista de Cataluña.

"La situación es complicada y perjudica especialmente a los catalanes", apuntó el vocero del gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, quien en la misma conferencia de prensa reiteró el pedido del Ejecutivo de Mariano Rajoy al presidente catalán, Carles Puigdemont, para que "vuelva a la legalidad" a fin de "poder dialogar".

El Ibex 35 -el principal índice bursátil español- abrió la sesión de hoy en la bolsa de Madrid con una caída del 0,33%, hasta los 10.180,9 puntos, un nivel que se mantuvo hasta pasado el mediodía y fue bajando levemente.

Ayer, el Ibex cerró con su segunda mayor suba del año, del 2,51%, empujado por un abrupta alza de las acciones del Banco Sabadell, luego de anunciar que abandonaba Cataluña, y también de CaixaBank ante el esperado decreto del Ejecutivo para facilitar su salida de la norteña región española.