05/09/2017

Rocco Morabito jugó un destacado papel en el tráfico de cocaína entre Sudamérica y Milán. Tenía una condena pendiente de 30 años de cárcel.


Un alto jefe de la mafia calabresa 'Ndrangheta, convicto de cargos de drogas y prófugo de la justicia desde 1994, fue detenido en Uruguay, donde llevaba una vida de lujo con nombre y pasaporte brasileño falsos, admitieron en las últimas horas autoridades italianas.


Rocco Morabito, de 51 años, jugó un destacado papel en el tráfico de cocaína entre Sudamérica y Milán, el punto desde donde se distribuía luego la droga, explicó el fiscal jefe de Reggio Calabria, Federico Cafiero de Raho. Morabito es integrante de una de las mafias que más trafican cocaína en el mundo.


Morabito tenía una condena pendiente de 30 años de cárcel por asociación mafiosa y narcotráfico, aseguró el ministro de Interior de Italia, Marco Minniti.


La radio estatal italiana reportó que Morabito fue detenido el domingo pasado en un hotel de Montevideo, pero vivía en una villa con su propia piscina en Punta del Este, la tradicional localidad turística de la costa uruguaya.


Los policías del vecino país confiscaron una pistola de 9 mm, 13 celulares y 54.000 dólares (unos 45 euros) en efectivo de su villa. También confiscaron un lujoso Mercedes Benz, de modelo reciente, de dos puertas.


Reportes noticiosos añadieron que hasta hace unos meses, investigadores concentraron sus esfuerzos de búsqueda en Brasil, pero hace poco, unos de sus hijos se matriculó en una escuela de Uruguay con el apellido Morabito, en vez de su nombre falso, un desliz que puso sobre aviso a los pesquisa. El descuido cambió el enfoque de la búsqueda en el país europeos, dijeron reportes noticiosos de Italia.


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La policía en Uruguay dijo que Morabito tiene una esposa, Paula Maria De Oliveira Correia, una angoleña nacionalizada portuguesa. Nunca se casaron, pero siguieron siempre juntos hasta el pasado sábado.


Los fiscales han dicho que la 'Ndrangheta', asentada en la región italiana de Calabria, trata de asegurarse de que sus negocios de cocaína con los cárteles se cumplan según lo acordado y para esto hace que sus cabecillas vivan en Sudamérica, para que así estén cerca de los productores de la droga.


 


Fuente: AP

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