La exhibición incluyó la participación de Gabriela Sabatini y Gisela Dulko en un hermoso momento de dobles.
El tenis argentino vivió una jornada llena de emociones cuando Juan Martín del Potro se despidió oficialmente del circuito profesional en un evento que, sin duda, marcará un antes y un después en su carrera. Ante su gente en el Parque Roca, el tandilense se impuso en una exhibición ante Novak Djokovic, una de las figuras más grandes del tenis mundial. Esta despedida se dio bajo el nombre de «El último desafío», un encuentro que recordó a los fanáticos y colegas por qué del Potro será recordado como uno de los grandes del tenis.
El tenista argentino había anunciado su retiro en 2022 debido a una serie de lesiones en la rodilla, lo que le impidió seguir jugando al máximo nivel. Desde entonces, se había alejado del circuito profesional, pero este evento le brindó la oportunidad de cerrar su carrera con una victoria emotiva frente a uno de los mejores del mundo.
Aunque el serbio Djokovic jugó a un ritmo más relajado, el argentino dejó en claro que su nivel de juego sigue siendo impresionante, especialmente con su potente servicio y su característico «martillo» en el drive. Del Potro sorprendió con su precisión y cantidad de aces, algo que dejó a Djokovic en estado de asombro. En el primer set, del Potro logró quebrar el saque del serbio en el décimo game y se llevó la primera manga por 6-4.
En medio de la tensión, un momento emotivo ocurrió cuando ingresaron Gabriela Sabatini y Gisela Dulko a la cancha para disputar un partido de dobles. La emoción se apoderó de del Potro, quien, visiblemente conmovido, recordó cómo Sabatini lo apoyó antes de una cirugía. «A partir de ahí nos hicimos inseparables», confesó el argentino mientras las lágrimas brotaron de sus ojos.
La victoria de un campeón
El segundo set resultó más simbólico que competitivo. Con el público completamente entregado a la despedida de su ídolo, del Potro cerró el partido con una victoria por 7-5. Djokovic, por su parte, mostró su lado más divertido y juguetón, logrando varios puntos espectaculares que hicieron estallar a los asistentes en aplausos.
Para del Potro, este encuentro significó el cierre de una carrera cargada de logros. Con 22 títulos en su haber, incluyendo el US Open 2009, el Masters 1000 de Indian Wells en 2018 y la Copa Davis en 2016, además de dos medallas olímpicas (bronce en Londres 2012 y plata en Río 2016), su legado en el tenis es incuestionable.
Al concluir la exhibición, del Potro y Djokovic compartieron un abrazo cargado de sentimientos, un gesto que recordó a aquellos momentos en los que ambos se enfrentaron en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y en la final del US Open de ese mismo año. Los aplausos del público se hicieron sentir durante más de cinco minutos, un homenaje más que merecido para la «Torre de Tandil» que, con su victoria, cerró un ciclo de forma inolvidable.
Fuente: NA - El Argentino