APreViDe clausuró el estadio por un mes e intimó a Racing a identificar a los responsables.
Racing Club logró una clasificación histórica a la final de la Copa Sudamericana tras vencer 2-1 a Corinthians en un partido cargado de emociones en el Estadio Presidente Perón, conocido como el Cilindro de Avellaneda. Sin embargo, la euforia de la victoria se vio empañada por el uso de pirotecnia que dejó al menos 20 personas heridas y llevó a la clausura del estadio por un mes, según informó la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe).
APreViDe emitió un comunicado detallando la sanción y la obligación de Racing de identificar a los responsables de permitir el ingreso y uso de pirotecnia. La medida incluye una investigación basada en las grabaciones de cámaras de seguridad y el control de accesos. “El organismo intimó a Racing a identificar a los dirigentes, socios y colaboradores con rol activo en los hechos que llevaron a la sanción”, se indicó.
El operativo de seguridad previo al encuentro incluyó revisiones exhaustivas tanto en el estadio como en la sede de la Subcomisión del Hincha, aunque estas no detectan la pirotecnia. El fallo en los controles de seguridad generó cuestionamientos sobre la efectividad de las medidas implementadas y puso a las autoridades del club en la mira.
La clausura impide que Racing juegue con público los partidos de la Liga Profesional de Fútbol contra Independiente Rivadavia y Estudiantes de La Plata, correspondientes a las fechas 22 y 24. El club podrá reabrir las puertas del recién estadio en la última fecha de la liga, el 15 de diciembre, cuando se enfrente a River Plate.
Además, la posibilidad de que el club permita el ingreso de hinchas para ver la final de la Copa Sudamericana, que se disputará en Asunción, Paraguay, también quedó en suspenso debido a la prohibición de realizar eventos masivos.
El uso de pirotecnia no solo trajo consecuencias para los espectadores, sino que también puso en tela de juicio las prácticas de seguridad y el control de objetos peligrosos en los estadios argentinos. Este incidente marcó un contraste entre la alegría de la clasificación y las medidas disciplinarias que siguen a los excesos en los festejos.
Fuente: NA