El episodio sucedió a mediados de septiembre en una tapicería de Oberá. En el interior de un sillón encontraron 5600 dólares y lo devolvieron. “Si me quedaba con eso, no iba a dormir tranquilo”, comentó el honesto tapicero que prefirió mantener el anonimato

Son conocidos de toda la vida, por lo que al momento del hallazgo, el tapicero no dudó y llamó al dueño del sillón para contarle que había encontrado 5600 dólares bajo el asiento. El propietario agradeció, le dio un abrazo y le dejó 100 de propina. El episodio sucedió a mediados de septiembre en el taller de un tapicero obereño.

“A mi tío le llevaron un sillón para reparar y cuando lo abrió encontró un sobre de papel madera con un montón de dólares. Él ni los contó. Lo primero que hizo fue llamar al dueño del sillón y le avisó. Un empleado, por curioso, fue quien contó la plata”, mencionó un sobrino del honesto tapicero.

En tanto, precisó que “a los 20 minutos el dueño ya estaba en el taller. No podía creer. Contó que hace un par de años sufrieron tres robos en pocos meses y entonces tuvo la idea de esconder los dólares en el sillón. No le dijo ni a la mujer y, como ya es un señor mayor, parece que se olvidó que puso la plata ahí. En septiembre mandó a reparar el sillón y, por suerte, mi tío encontró la plata”.

Este medio lo contactó y le pidió para hacer una entrevista más formal, que salga su foto, nombre y apellido, ya que el gesto que tuvo no es usual.

Pero el tapicero se excusó y agradeció. Dijo que prefiere mantener el anonimato: “Aparte esa guita no es mía. Si me quedaba con eso, no iba a dormir tranquilo”.

Sí confirmó que el dueño del sillón le dio 100 dólares de manera de agradecimiento. Preguntado si considera que estuvo bien la “propina”, opinó que “eso fue la voluntad de R. (el propietario), y pienso que es mejor eso que nada”.

Por Daniel Villamea

Fuente: El Territorio