En la mesa nacional que se realizó entre la parte privada y pública. Se solicitó mejoramiento de la infraestructura logística, actualizaciones y simplificación de los trámites aduaneros para comercio exterior, entre otros puntos.
En contexto de la Mesa Nacional Foresto-Industrial, el Consejo Foresto Industrial (Confiar) se reunió con funcionarios nacionales para presentarles sus propuestas, demandas, proyectos e iniciativas que colaboren para el desarrollo de la industria maderera argentina. El plan apunta a fomentar la innovación y promover buenas prácticas ambientales y sociales, así como facilitar el intercambio de conocimientos y recursos.
De acuerdo a lo que informaron desde el Consejo, a través de esta mesa de trabajo se pretende fortalecer la competitividad del sector, generar empleo y valor agregado, y contribuir al crecimiento económico de la región, manteniendo un equilibrio adecuado entre la explotación de recursos forestales y la preservación del medio ambiente.
En la reunión estuvieron Sergio Iraeta, subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal en la Secretaría de Bioeconomía; Manuel Chiappe, jefe de asesores de la Subsecretaría y Sandra Panes, directora nacional de Competitividad de la Subsecretaría de Gestión Productiva, entre otras autoridades. En tanto, por la parte privada estuvieron presentes Mercedes Omeñuka, Román Queiroz y Fernando Couto de la Federación Argentina de la Industria Madera y Afines (Faima), Osvaldo Kovalchuck y Nicolás de Gennaro de la Asociación de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria Maderera (Asora) y otros participantes de entidades vinculadas a la foresto industria nacional, así como de universidades y facultades.
“Argentina tiene actualmente un patrimonio de alrededor de 53 millones de bosques nativos y 1,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales, alrededor de un 50% de ellas certificadas con sellos por gestión sostenible reconocidos internacionalmente. La foresto-industria de Argentina se provee en un 95% de madera proveniente de dichas plantaciones. El agregado de valor incluye la producción de celulosa y papel; madera y tableros para viviendas y muebles; energía eléctrica y térmica y diversos productos químicos. Todos productos con muy baja huella de carbono y necesarios para la descarbonización de la economía. Con 13.000 productores forestales y más de 6.000 empresas, la foresto-industria emplea en forma directa y formalmente, a unas 100.000 personas y exporta alrededor de 550 millones de dólares anuales. Con este panorama , y según datos de la consultora finlandesa AFRY que indican que el crecimiento del valor de la industria forestal mundial para 2019-2035 será de más de 210 billones de dólares, Argentina tiene una oportunidad única de posicionarse como uno de los jugadores principales del mundo”, destacaron desde el sector.
Por su parte, Mercedes Omeñuka, presidente de Faima, argumentó que “el sector maderero argentino tiene una larga tradición de calidad y sostenibilidad. Nuestra industria no solo es capaz de satisfacer la demanda interna, sino que también tiene el potencial de expandirse significativamente en mercados internacionales. El desarrollo que planteamos podría impulsarnos a desarrollar aún más nuestras capacidades productivas, mejorar la tecnología y optimizar los procesos de manufactura, lo que beneficiaría a toda la cadena de valor de la madera en Argentina”.
Por su parte, el presidente de Asora, Osvaldo Kovalchuk, marcó en su intervención la brecha tecnológica que existe entre las grandes empresas y aquellas que no acceden a la tecnología. "Es muy importante contar con herramientas de financiamiento para que las pymes puedan ser competitivas, porque está demostrado que cuando pueden acceder a líneas de crédito con condiciones razonables, las pymes invierten", enfatizó.
También señaló la importancia de "generar conciencia en la utilización de lo que hoy son residuos de las industrias de la madera y que, en realidad, son una fuente de biocombustible que se pueden usar en diferentes modelos industriales". Recordó que "a Europa le costó 30 años tomar conciencia de este tema" y que sería "inteligente aprovechar y aprender de esa experiencia para darnos como país una política que nos permita aprovechar la totalidad del recurso madera".
Finalmente, Kovalchuk manifestó la necesidad de desalentar la importación de maquinaria usada "que se contradice con la idea de tecnificar a la cadena forestoindustrial para que gane en competitividad y pueda insertarse en los mercados internacionales. Esto no se logra trayendo máquinas usadas. Se logra con automatización, industria 4.0, internet de las cosas, inteligencia artificial y personal capacitado".
Los pedidos
Una de las principales inquietudes fue la actualización de la infraestructura logística, con una ampliación de la capacidad ferroviaria actual, con sistemas eficientes que ayuden a reducir costos y tiempos de transporte. También instaron al desarrollo de infraestructura portuaria, para mejorar y ampliar las instalaciones que faciliten la exportación de productos forestales, asegurando que los puertos tengan la capacidad de manejar grandes volúmenes de carga y ofrecer servicios eficientes de carga y descarga.
Asimismo, hicieron hincapié en materia energética para los polos foresto industriales, y apuntaron a que “se necesitan urgentes mejoras de las líneas de transporte del tendido eléctrico”. Además, se busca promover la inversión en fuentes de energía renovables como biomasa, energía solar y eólica.
Respecto a la reglamentación, indicaron que es fundamental realizar una evaluación integral de los reglamentos técnicos actuales aplicables a la industria maderera para luego identificar qué áreas requieren actualizaciones para alinearse con las mejores prácticas internacionales y las necesidades actuales del sector. “Se necesita crear nuevos reglamentos técnicos que aborden aspectos emergentes de la industria maderera, como la sostenibilidad, la eficiencia energética y la innovación tecnológica. También asegurar que los nuevos reglamentos promuevan la competitividad y el crecimiento del sector, y adaptar e incorporar normas internacionales reconocidas para garantizar que los productos madereros cumplan con los estándares globales de calidad y seguridad”, remarcaron.
En lo que respecta a comercio exterior – uno de los puntos más importantes para el sector – manifestaron que se debe tener en cuenta la simplificación de los trámites aduaneros, con el fin de agilizar y simplificar los trámites relacionados con la exportación de productos foresto-industriales y pidieron que se desarrolle una plataforma digital centralizada para la gestión de documentos y permisos de exportación.
Estos y otros puntos clave fueron llevados por el sector al Gobierno nacional, por lo que se esperan respuestas a las necesidades que tiene hoy la forestoindustria argentina.
Fuente: El Territorio