30/01/2023

Hay empresas que ya plantean disminuir horas de trabajo ante la caída de pedidos de productos de fabricación local


El sector maderero del país cuyas bases operativas más importantes están emplazadas en Misiones y parte de Corrientes, se encuentra en estado de alerta por el perjuicio que le genera al mercado nacional, el ingreso de madera proveniente de Brasil.


A pesar de las restricciones vigentes, tableros de madera compensada, conocida como terciado, es requerida para atender la demanda de la construcción y muebles, según el espesor de la misma. Esos productos, que también se fabrican en esta parte del país, ingresan a menor costo desde Brasil y está provocando que algunas empresas comiencen a disminuir horas de trabajo como el caso de Henter, de Montecarlo.


Para graficar la situación, el presidente de la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (Faima), Román Queiroz, explicó que “en todo 2022, que en teoría fue el año del cerrojo, entró el doble de madera desde el exterior con relación al año 2021”.


Enero no evidencia signos de cambios “porque notamos que el mercado no está tan activo, hay faltante de pedidos y la importación afecta directamente a las empresas”, sumó el maderero. Además, aventuró un febrero igual o peor aún, “porque si no tenemos un incremento en los pedidos de madera para abastecer el mercado interno, más empresas disminuirán horas de trabajo”.


El terciado tan requerido para obras en la Argentina y que ahora llega desde el vecino país, es producido en fábricas de Misiones y Corrientes “y no hace falta importar”, insistió Queiroz. Lamentó que “siga ingresando y no sabemos el motivo, sobre todo porque es un producto que no tiene licencia automática, requiere de un trámite especial para que se autorice”.


En un escenario de escasez de dólares, “permiten ingresar productos que acá se pueden fabricar”, criticó Queiroz.


“Traer de afuera es más barato porque los costos internos son muy altos, hay una fuerte presión impositiva y está todo dolarizado a cotización blue”.


El presidente de Faima aseguró que el panorama “es complejo. Nos estamos stockeando pero llegará un momento que será insostenible tener guardada toda la producción. Nosotros defendemos la industria nacional y ya estamos solicitando reuniones con las autoridades nacionales para exponer la situación”.


“Si en febrero no aumentan los pedidos, más empresas se verán afectadas”, reiteró Queiroz.


Problema de vieja data


En la misma línea, el secretario general del Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera de Eldorado (Soime), Domingo Paiva, no ocultó su preocupación y habló de un estado de “incertidumbre para el sector maderero, sobre todo para el que trabaja con terciado porque se duplicó la importación desde el Brasil”.


En declaraciones a El Territorio, Paiva hizo un repaso del último semestre, “donde trabajamos con tranquilidad y la patronal en gran medida cumplió con los sueldos, aguinaldos y bonos”. Y tras el parate de fin de año, se retomaron las actividades y enseguida se encendió la alarma “porque hay cepo para importar insumos muy necesarios como el fenol, pero no para la importación de terciados que ingresa sin límites”.


La situación no es nueva ya que gremialistas y empresarios vienen exponiendo la situación ante funcionarios nacionales e incluso desde la provincia, el propio gobernador Oscar Herrera Ahuad “se puso el reclamo al hombro ante Nación”, recordó Paiva.


Y como ocurre con otros rubros de la economía, “se pidió un dólar diferencial para la madera como el caso de la soja”.


El impacto


“Las autoridades nacionales no pueden hacer la vista gorda con nuestro reclamo. La industria de la madera concentra a unos 700 trabajadores en forma directa en la provincia y el 80% de lo que necesita el mercado nacional de terciado se produce en Misiones y el resto en Corrientes”, explicó Paiva.


En las conclusiones de Paiva, el sector maderero “está en una situación de emergencia porque no obtiene respuestas del gobierno nacional. Ni siquiera tenemos novedades todavía de la reglamentación de la zona aduanera especial que también tiene que traer beneficios para nuestra industria”.


Desequilibrios importantes


El sector productor de terciados en el país orienta su producción hacia la confección de la industria mueblera. Y en este destino tiene una fuerte competencia con el producto brasileño que desde la frontera cercana compite con menores cargas impositivas, sueldos de operarios reducidos en dólares y un precio bajo de la materia prima para realizar la producción.


Hasta 2016 se indicaban 17 industrias del terciado en el país y quince de ellas en Misiones. Ese año en particular se desató una gran crisis por permitirse la importación libre de los productos.


 



Fuente: El Territorio

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