24/01/2022

Vecinos de varios barrios de Posadas se autoconvocaron para reclamar por la falta de agua. Aseguran que se ayudan entre ellos para abastecerse con lo poco que pueden juntar.
 
En el transcurso de la mañana de este lunes, vecinos de distintos barrios de de Posadas se autoconvocaron para manifestarse ante la falta de agua potable desde hace varias semanas y, a su vez, la ausencia de respuestas por parte de la empresa prestataria del recurso.


Un grupo se concentró frente a SAMSA, y otra multitud lo hizo sobre la ruta nacional 12, frente al hospital Pedro Baliña con el fin de impulsar su protesta. En algunos casos la problemática es de vieja data y los vecinos expresan estar hartos de presentar notas, hacer reclamos formales, llamadas telefónicas, hasta agotar todos los medios posibles, sin obtener respuestas y mucho menos, soluciones.


La convocatoria fue organizada mediante grupos de Whatsapp que comparten varias personas de los barrios afectados. “Estamos cansados de hacer reclamos, nos dicen que van a ir a ver y nunca aparecen” contó a PRIMERA EDICIÓN, Teresa Ortiz, vecina del barrio San Onofre, y agregó, “ahora la boleta vino el doble. Pagamos siempre como corresponde y no tenemos el insumo; no nos queda otra que ayudarnos entre los vecinos”.


Acerca del funcionamiento usual del suministro de agua, Teresa reveló que “antes el agua venía, pero era solo un hilo de agua que alcanzaba para llenar dos baldes”. Además, lamentó no poder cubrir las necesidades básicas del día a día: “No tenemos para tomar, higienizarnos, no se puede limpiar la casa, lavar la ropa, los animales también sufren, es una locura”.


Por otra parte, Gabriela, perteneciente al barrio Hidrelco, también acompañó el reclamo frente a la empresa. Explicó que este problema “viene desde hace 14 años” y que el agua “prácticamente nunca tuvo potencia para llegar al tanque”. Asimismo, se refirió a las dificultades que padecen: “ayer tuvimos a nuestra hija con 39 grados de fiebre y tuvimos que bajarle la fiebre con agua de la heladera, con lo poco que teníamos para tomar”. En este sentido, manifestó que muchos “compran agua mineral” para atender a sus necesidades; es decir, además de pagar la boleta deben comprar agua en los comercios.
 
También destacó la ayuda entre vecinos porque la empatía y la solidaridad en estas situaciones críticas son fundamentales. “El otro día una señora pidió agua en el grupo, porque a su hija le dio un ataque de convulsiones por el golpe de calor” lamentó Gabriela. Insistió en la impotencia que sienten al no tener un servicio básico por el cual están abonando.


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A los reclamos se sumó Perla Sandoval, vecina del barrio Prat 180 Viviendas, quien mencionó como una ventaja que actualmente “gracias a la tecnología y los grupos de Whatsapp” pueden comunicarse entre vecinos y estar al tanto del abastecimiento de agua en cada sector: “Antes Samsa nos mentía, porque nos decía que solo nosotros no teníamos agua, ahora al estar en contacto con más gente de la zona podemos saber que en realidad es más de un barrio” explicó.


En esta misma línea, manifestó que hace años presentan reclamos, también en EPRAC y en Defensoría del Pueblo, pero que “nunca circulan las notas, no llegan a ningún lado y no obtienen respuestas”. Es decir, “pagamos por un servicio que no tenemos”.


Perla opinó que el problema “no es la falta de agua, sino la infraestructura”: “Posadas creció mucho, la infraestructura no da abasto para bombear agua a todos los barrios; entonces cortan un rato en uno, después en otro. Tienen que invertir en infraestructura para solucionar este problema, así podemos vivir tranquilos”.


Sobre la ruta nacional 12 se encontraba entre los manifestantes Mirta Nolazco, presidente de la Comisión Vecinal y miembro de Barrios de Pie. Afirmó que “hace prácticamente 5 meses no hay agua en el Barrio Belén, y que lo poco que viene es sucia y con larvas”. Sin embargo, contó que un sector del Barrio sí suele tener agua, por la ubicación en la que está, “hasta nos llegamos a pelear por el agua entre vecinos, cuando una cuadra tiene y otra no” lamentó.


Asimismo, Adam Balbuena, también habitante del barrio Belén, describió que “el camión cisterna viene una o dos veces por día, y para colmo, lo mandan de madrugada cuando mucha gente no se entera”. Además, agregó: “ayer con el incendio que hubo en cercanías, en la zona de Itaembé Guazú, nos afectó el humo que se expandió y no teníamos agua ni para eso”, aseveró.


Los vecinos expresaron que a estas alturas la situación es desesperante e insostenible. Exigen respuestas y soluciones concretas por parte de la empresa prestataria para que el abastecimiento del recurso vital sea efectivo y constante, con el fin de subsanar las dificultades que implica no poseer agua para cubrir las necesidades cotidianas.


 


Fuente: Primera Edición


 

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