20/11/2020

La escasez de agua en Misiones se profundiza con el correr de los días y ya son más de diez los municipios afectados. Si bien los que se declararon en emergencia hídrica son Bernardo de Irigoyen, Pozo Azul y San Pedro, y Oberá y Montecarlo están en alerta, la problemática afecta también a otras localidades como Puerto Libertad, Puerto Esperanza, Campo Ramón, Villa Bonita, Iguazú, San Antonio, San Javier, Loreto y Concepción de la Sierra, entre otras.
 
Esto se debe -principalmente- a la falta de lluvias en la región y la situación está más próxima a acentuarse que a finalizar. El vecino país Paraguay  no escapa a esta realidad y peligra la provisión del vital líquido de unos 70.000 habitantes de Encarnación. Así, de cara a la temporada de verano, época en que las temperaturas aumentan y el consumo de agua también, el panorama es poco alentador. La yerba mate, la piscicultura y la ganadería, además del abastecimiento para el consumo humano, se encuentran en estado de alerta.


El miércoles Oberá se declaró en alerta hídrica en la 34ª sesión ordinaria, en la cual la decisión de los ediles fue unánime. El dictamen de la comisión de Asuntos Sociales, Higiene y Seguridad determinó que de persistir y agravarse la situación hídrica de la ciudad, se solicitará informe técnico a la Cooperativa Eléctrica Limitada Oberá (Celo); luego de analizarlo mediante nueva ordenanza se podría proceder a declarar la emergencia hídrica.


Al respecto, Pedro Andersen, presidente de la Celo, dialogó con Radioactiva y comentó cómo sobrellevan la situación: “La sequía se está notando bastante por arroyos que se están secando y pozos perforados que antes sacábamos 5.000 o 6.000 litros y ahora sólo se está sacando 1.500”.


Además comentó que la ciudad se abastece de los arroyos Oberá y Bonito, “de este último normalmente se da con dos bombas cuando se necesita y actualmente con sólo una porque cuando se enciende la otra chupa aire”. “Se está trabajando 24 horas al día con el bombeo porque no se llega a abastecer, tampoco con contar a los pozos perforados que tenemos dentro de la ciudad que ayuda a liberar presión”, deslizó.


 
Por otra parte, Andersen contó que deben asistir a la localidad de San Martín porque si bien cuenta con tres pozos tampoco están abasteciendo. “Está realmente muy mal, se está mandando a los bomberos con tres viajes por día para abastecer a los vecinos pero esto también tiene un costo muy alto. Está funcionando en un 30 por ciento de lo que debería funcionar normalmente, ojalá que no lleguemos a cortes rotativos”, dijo.


En el municipio de Guaraní las vertientes que alimentaban estanques están prácticamente secas y esto perjudicó a la producción de peces de los colonos de la zona. Mirta Pires, de picada Yapeyú, tiene un estanque de media hectárea que se secó por completo, situación que ya había vivido diez años atrás.


“Hace tres meses que empezó la sequía y desde allí no hay lluvias abundantes. Los chaparrones no ayudan a las vertientes, necesitamos como mínimo que llueva 250 milímetros para que se recuperen las vertientes”, explicó a El Territorio. En el estanque, habían plantado 300 alevinos y apenas pudieron sacar unos 30 pescados, el resto perdieron todo. Además lamentó: “Nada de batata este año, ni pensar en zapallo, pepino o sandía. La huerta solamente si mantenés regando, pero no podemos abusar del agua del pozo que es la que consumimos para el hogar”.


En Pozo Azul, donde rige la emergencia hídrica y agropecuaria, la Municipalidad se encarga de distribuir agua una vez por semana para el consumo humano a 52 familias. En total se distribuyen 25 mil litros. En el joven municipio no existe una planta potabilizadora y el agua es extraída de una vertiente, por eso se proyectan nuevas perforaciones y una planta de agua, mediante un trabajo en conjunto entre el municipio y la Cooperativa de Servicios Azul.


A un mes, Irigoyen no repunta


Hace poco más de un mes, por pedido de la Cooperativa de Provisión de Agua Potable de Bernardo de Irigoyen Limitada (Coopabil), se declaró la emergencia hídrica debido a la sequía que afecta la provisión de agua en los domicilios particulares, ya que actualmente el reservorio que utiliza la cooperativa local se encuentra con muy poco caudal, al igual que los pozos perforados con los que cuenta la entidad.


Los vecinos de los barrios periféricos son los más perjudicados, por lo que se tuvo que pedir colaboración a Bomberos Voluntarios y de la Policía de Misiones para poder asistir con el líquido vital a la población. Es así que desde hace una semana, con sus móviles están realizando tomas de agua del lago internacional del Parque Temático y Turístico de Integración y la trasladan hasta la planta principal de Coopabil para ser potabilizada y así poder distribuirla a los barrios más afectados. Algunos de ellos, llevan más de dos semanas sin recibir agua de la red principal y en otros sectores se bombea cada 48 o 72 horas según la demanda.


El intendente de Irigoyen, Guillermo Fernández, comentó a El Territorio que se encuentra realizando gestiones ante el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (Imas) y que desde el organismo se comprometieron a realizar en los próximos días un nuevo pozo perforado y a cambiar una bomba que se quemó debido a las importantes bajantes en el caudal de agua en la represa de la entidad cooperativa.


En cuanto al sector tabacalero, Omar Olson, presidente de la Asociación de Plantadores de Tabaco de Misiones (APTM), manifestó: “Es un año que la climatología nos está jugando una mala pasada a todo el sector agrario, no sólo al tabacalero”.


En este sentido, recordó que “tuvimos a principios de la plantación allá por agosto las heladas, después hubo una ráfaga de lluvia muy pesada y luego vino la sequía. Todo esto está haciendo estragos. Yo ruego que la pérdida no supere el 20%, pero eso lo sabremos recién en diciembre”. Junto al Ministerio del Agro y la Producción y la Dirección Provincial de Vialidad asisten a los productores con maquinarias. “Hacemos lo humanamente posible”, cerró.


 


Fuente: El Territorio

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