24/02/2020

Este lunes se cumplen 35 años de un gol histórico: el 24 de febrero de 1985, Guaraní le ganó al Independiente que venía de ser campeón del mundo en Japón, tras vencer al Liverpool. “Recién con el tiempo pude tomar noción de lo que habíamos hecho ese día”, le dijo a EL 


A lo largo de la historia, el fútbol misionero vivió momentos de gloria, jornadas inolvidables, presentes perfectos que se colgaron en el cielo de la historia provincial. Uno de esos cuadros, quizás el más importante, es la victoria que Guaraní Antonio Franco le propinó en Posadas a Independiente, que venía de consagrarse campeón del mundo en Japón.


El sol pegaba duro ese 24 de febrero de 1985 en Villa Sarita, una jornada que quedó en la posteridad en buena parte por la calidad de Darío Labaroni, el actual técnico de La Franja; por las salvadas del arquero Claudio Meaurio, otra de las figuras; pero sobre todas las cosas, por el gol que gritó el correntino Julio “Palito” Arce.


“Es un recuerdo inolvidable. Hasta hoy me acuerdo de todo lo que me pasó por la cabeza en el momento de empujarla. Voy a llevar el recuerdo de ese gol hasta el último día de mi vida”, le dijo a EL DEPORTIVO el principal protagonista, Arce. El tiempo pasa, pero la memoria quedó. Hoy se cumplen 35 años de aquel domingo de gloria para el fútbol misionero. Y cómo no escuchar el relato en primera persona de “Palito”. Un lujo.


 ¿Cómo fue la previa de ese partido histórico?


Fue un partido muy comentado en la previa, porque Independiente venía de ser campeón del mundo tras ganarle al Liverpool y era el primer partido que jugaban de vuelta en el país. Y le tocaba acá en Misiones. Nosotros estábamos con toda la expectativa, sabíamos que no iba a ser fácil y, bueno, por ahí pensábamos que podían golearnos. Sin embargo, Pancho Sá, nuestro entrenador, nos metió en la cabeza que eramos once contra once y que al partido había que jugarlo. Me acuerdo que estuvimos concentrados toda esa semana en un hotel de la avenida Santa Catalina al fondo, ya no recuerdo el nombre. Son recuerdos hermosos. Y ahí Pancho nos metió en la cabeza eso de que teníamos que jugarle de igual a igual.


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¿Y el día del partido?


Recuerdo que había gente por todos lados. El estadio estaba llenísimo, pero así y todo había más gente afuera que adentro de la cancha de Guaraní. Y cuando entramos a jugar, parecía Navidad de los cohetes y las bombas que tiraron. Es un recuerdo inolvidable. Y bueno, no pasó mucho que tuvimos la suerte de poner el 1-0. Iban 4 minutos cuando hice ese gol, gracias a las indicaciones que me había dado Pancho Sá.


 
¿El DT puso su toque en ese gol histórico?


Sí (se ríe). Antes del partido, Pancho nos había dado indicaciones. Nos dijo que cuando Marangoni reciba la pelota, que lo encimen entre dos y que, ni bien le quiten la pelota, me la jueguen a mí, que jugaba de wing derecho.


 
¿Y se cumplió?


Pero a rajatabla. En una de las primeras jugadas del partido, la agarra Marangoni y lo enciman el Mono Ferreira y Darío Labaroni. Se la sacan y Labaroni, sin levantar la cabeza, me la tira a mí. Estábamos atacando para el arco que da al río Paraná. Yo logro ganarle la espalda a Carlos El Loco Enrique, que en ese momento era uno de los mejores del fútbol argentino. Para mí que se durmió un poquito (vuelve a reírse). Le gano la posición y cuando sale el arquero, Carlos Goyén, amagué y no tuve más que empujarla para el gol.
 


¿Qué te pasó por la cabeza en el momento de la definición?


Uhhhhh (Arce pareciera querer volver a ese momento para responder), en ese segundo, antes de empujarla, me pasaron miles de cosas por la cabeza, todo en un segundo. Me decía a mi mismo si le pegaba fuerte o si amagaba. En una milésima pensás miles de cosas. Pero fijate que así y todo, vos ves todo lo que pasa a tu alrededor. Por ejemplo, yo hasta hoy me acuerdo de la gente que estaba en la tribuna, del policía que estaba parado atrás del arco. Por eso te digo, para mí es un recuerdo inolvidable que me va a acompañar hasta el día que me muera.
 


¿Y el festejo?


Hasta ese policía saltó de la alegría. Cuando yo me di vuelta para festejar, ya tenía a todos mis compañeros encima, abrazándome. Fue una linda jugada.
 


El gol fue a los 4 y Guaraní ganó 1-0… ¿qué pasó en los 86 minutos restantes?


No te imaginás lo que fue. Aguantamos como nunca y, para colmo, antes de que termine el primer tiempo lo echaron a Tesire, que era de Boca y había venido a jugar con nosotros. Todo el segundo tiempo lo jugamos con diez hombres, corriendo y aguantando. Y ellos erraron varios goles. La verdad es que fue espectacular, tanto la entrega de los compañeros como la gente, que no paró nunca de alentar.
 


¿Te cambió la vida ese gol?


Sí, sin dudas, pero recién con el tiempo pude tomar noción de lo que habíamos hecho ese día. En ese momento no te das cuenta, porque estás jugando y al otro día ya tenés que entrenar. Pero pasaron uno o dos meses y recién estábamos poniendo los pies sobre la tierra, cayendo sobre lo importante que fue eso para el fútbol de Misiones.
 


¿Cómo es tu vida ahora en Corrientes?


Actualmente estoy trabajando en una empresa de correo privado. No estoy muy ligado al fútbol, siempre me invitan para jugar con los veteranos, pero por cuestiones de tiempo se complica.
 


¿La gente te recuerda ese gol?


Sí, acá en Misiones o en Corrientes. Tengo una anécdota de hace varios años atrás. Estaba en mi trabajo y mi compañero me llama para decirme que había una gente que me estaba esperando en el mostrador. Pensé que me iban a putear por algo. Salgo y un hombre me dice “pasaba por Corrientes y me enteré que trabajabas acá, pasé a saludarte y agradecerte por ese gol”. Fue hace poco. Terminamos los dos abrazados, emocionados, a punto de llorar. Que se acuerden así de uno es muy emocionante.
 


¿Seguís la actualidad de Guaraní?


Sí sí, siempre sigo la campaña. Y suelo venir a Misiones porque mi señora es de acá, la conocí cuando jugaba en Guaraní, entonces suelo venir y siempre en el club me tratan muy bien.
 


¿Cómo lo ves en el Regional?


Ojalá Guaraní logre el ascenso. Se merece estar en Primera, como en esa época gloriosa que me tocó transitar. Espero que Guaraní vuelva a lo más alto. Y que sea muy pronto.



¿Qué le decís a la gente del club? ¿A los misioneros?


Uhhhh, de la gente de Misiones no me olvido más. Estoy muy muy agradecido a toda la provincia, a la hinchada de La Franja, que siempre se portó muy bien. Me hicieron sentir muy bien y hasta hoy me reconocen, algo que es muy lindo. Agradezco a los misioneros por la forma en que siempre me tratan.
 


¿Qué significa ese gol en tu vida?


No hay mucho más que decir. Lo repito una y otra vez. Voy a llevar el recuerdo de ese gol hasta el último día de mi vida.



Fuente: Primera Edición

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