11/12/2019

Axel Kicillof asumió este miércoles como gobernador bonaerense ante la mirada y el apoyo del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Kirchner, quienes se acercaron hasta la Legislatura provincial ubicada en la ciudad de La Plata.


El referente del Frente de Todos recibió la banda y el bastón de manos de la ya exmandataria provincial María Eugenia Vidal, que terminó su mandato el pasado martes y fue sucedida de manera interina por Teresa García.


Además del binomio presidencial, también se pudo ver en el Palacio Legislativo a una gran cantidad de intendentes, como los de La Matanza, Fernando Espinoza; de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; y de Hurlingham, Juan Zabaleta; así como también dirigentes sindicales de la talla de los secretarios generales de la CGT Héctor Daer; y del Sindicato de Choferes de Camiones, Hugo Moyano.


Tras asumir su cargo, Kicillof brindará un discurso en el que se espera que dé cuenta del estado en que se encuentra el principal distrito del país tras cuatro años de gestión de Vidal.


Previamente, Verónica Magario asumió como vicegobernadora bonaerense.


Kicillof afirmó este mediodía que buscará "recuperar los derechos perdidos, pero también transformar a fondo y en su estructura a la Provincia".


"Vengo a comprometerme a trabajar sin descanso y con honestidad para reconstruir la Provincia de Buenos Aires", sostuvo el mandatario provincial en la Legislatura provincial, desde donde llamó a la "unidad de los y las bonaerenses en la diversidad".


En su discurso de asunción, el economista pidió "ponerse de acuerdo en determinadas metas que tiene que tener la Provincia".


"Vamos a recuperar los derechos perdidos, pero también para transformar a fondo y en su estructura a nuestra Provincia", añadió.


Kicillof pidió a los presentes "reflexionar y pensar el por qué del resultado del 27 de octubre, el significado de ese resultado, que es la expresión de la voluntad popular".


"De un lado expresa malestar, rechazo por la situación económica durísima. Pero no es sólo eso, sino también el rechazo a una política económica y a una lógica de Gobierno, que nació con muchas promesas y después se basó en el marketing político. La sociedad no quiere persecuciones, ni un Estado acusador", subrayó el gobernador, quien aclaró que realizaba estas declaraciones "sin ánimos de ofender ni chicanear" a Juntos por el Cambio.

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