01/12/2019

En materia económica, el 2019 fue un año complicado para la gran mayoría de las pequeñas y medianas empresas. En esos términos se expresaron los referentes de las entidades que participaron de la asamblea anual de la Confederación Económica de Misiones (CEM), que contó con la participación de 25 corporaciones provinciales.


Allí, analizaron la coyuntura y refirieron sobre los factores que derivaron en la profunda crisis que atraviesa el sector, entre los que se enfatizó en los elevados índices inflaciones y la falta de políticas en favor de las pymes. En este sentido, los empresarios manifestaron su preocupación por el saldo negativo que tuvo en el año la actividad productiva.


Pese al difícil presente, aguardan por el repunte económico para el próximo año, en vísperas del cambio en la gestión de gobierno.


Un año complejo


Gerardo Díaz Beltrán participó de la asamblea como vicepresidente de la CEM. Pero a su vez, como presidente de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came) planteó que el 2019 fue un año complejo en materia económica y que las  pymes fueron las más afectadas por la crisis.


Refirió que “sin dudas fue un año complejo, que termina peor de lo que empezó, ya que desde abril en adelante se observaron grandes desequilibrios de la macroeconomía y que terminaron perjudicando a las pymes”.


En diálogo con El Territorio, agregó que el panorama fue aún más grave luego de las Paso, con la profundización de la devaluación y el alza en los índices inflacionarios.


“Después de la difícil coyuntura, se observó claramente una falta de políticas para mantener el sistema financiero y el esquema productivo. En este lapso, las empresas sufrieron golpes terribles”, manifestó.


Comentó que a lo largo del año desde Came presentaron diversas propuestas para reactivar la situación económica, en beneficio de las economías regionales y señaladas como positivas por buena parte de los economistas del país.


Luego, recalcó: “Estamos en una situación compleja y tenemos que ver cuáles serán los lineamientos a futuro, ya que el margen de los grandes cambios ya terminaron. Ahora tenemos que observar cuáles serán las propuestas para revertir el contexto”.


Además, planteó que “es el momento de discutir las transformaciones del país, y también para tener un debate serio y responsable”.


En tanto que consideró que “es clave potenciar a las pymes ya que tienen componentes importantes, tanto en el carácter económico porque genera riquezas en la región y representa el 40% del PBI y en lo social, ya que otorga trabajo al 70% del país. Es por ello que hay que darle un marco de sustentabilidad, de políticas a largo plazo”.


Pese a la difícil coyuntura, Díaz Beltrán apostó por los próximos lineamientos económicos, de cara a la asunción de Alberto Fernández como presidente del país.


Añadió que aguarda por el tratamiento de una nueva ley pyme, con más políticas en beneficio del sector. En esta línea, indicó que será clave el avance en el acuerdo Mercosur-Unión Europea que, según el titular de Came, ahondará en la competitividad de los productos argentinos.


También, manifestó que será clave la dotación de nuevas máquinas para mejorar el rendimiento de la producción argentina, en el afán de sostener la demanda.


Por último, concluyó: “La dirigencia tiene que tomar conciencia que las pymes son la parte medular del país, que son las que arman y sostienen la economía nacional, por lo que es clave una ley que proteja a las empresas de todos los desequilibrios económicos que puede haber en la Argentina”.


En búsqueda de bases sólidas


Desde la CEM realizaron además un balance sobre cómo fue el año para la actividad económica en el país y la región.


Al respecto Martín Oria, quien ocupa la vicepresidencia segunda de la entidad, reflexionó que “en este final de año estamos viviendo el final de un ciclo porque, por un lado, se trata del final de un gobierno nacional que vino con un plan que generó altos costos económicos para las zonas de fronteras y, por otro, por los elevados números de inflación que terminaron descompaginando al país”.


“El sector urge por una ampliación de las moratorias y necesitamos también la reactivación de la economía”, planteó quien también preside la Asociación Misionera de Hoteles, Bares, Restaurantes y Afines (Amhbra).


Consideró además que persisten las dudas dentro del ámbito empresarial, como consecuencia de los miles de puestos que se perdieron en el sector. Y que gran parte de las pequeñas y medianas empresas del país se encuentran endeudadas.


Pese al difícil panorama a nivel nacional, Oria destacó el trabajo en Misiones por las políticas implementadas para mantener el consumo y la producción local. “Comparado con otras provincias, la provincia está ordenada porque hay un claro equilibrio en materia económica y se lanzaron políticas para que el consumo no decayera. Hubo mucha previsión al respecto”, dijo.


Sobre las proyecciones para 2020, el referente contó que “desde la CEM esperamos que haya un equilibrio en todos los sentidos y que, en el corto plazo, se comience a definir las bases sustentables y sólidas de una gestión de gobierno. En este sentido, esperamos que no apliquen manotazos de ahogados, como lo hizo el gobierno de Macri, para intentar calmar las aguas”.


Daños colaterales


Las economías del interior provincial fueron una de las más afectadas por la crisis actual. En este sentido, coincidieron con los lineamientos expuestos por los referentes de Came y la CEM.


Luis Steffen presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Turismo, Producción y Servicios Libertador General San Martín  apuntó que el 2019 fue un año complicado en materia económica y que, en el afán de repuntar la actividad, “vamos a redoblar los esfuerzos de todas las actividades para mejorar el posicionamiento de la cámara y la industria del interior” para el 2020.


Añadió que “la cuestión económica nos afectó a todos por igual, en la que la actividad cerámica y almidonera sintieron la merma de las ventas, con niveles que alcanzaron el 50 por ciento”.


Si bien enfatizó en un leve repunte en la demanda durante septiembre, “el resto de los meses del año fueron de caídas constantes”.
Al respecto, aseguró: “En estos días estamos mucho peor que en febrero”.


Por su parte Carlos Dieterle, a cargo de la Cámara de Comercio e Industria de Eldorado (Caciel), subrayó que “esperamos que en los próximos tiempos las pymes se desahoguen y salgan adelante”.


Y también refirió sobre la situación que atravesó la ciudad con los masivos despidos en la fábrica Dass. “Los más de 600 despidos que hubo en el año dañó parte de la estructura de la ciudad, porque representaba buena parte de la economía local. Esperemos que, de ahora en más, con los recambios de la dirigencia política, todo cambie, para evitar que sigan ocurriendo pérdidas laborales”, concluyó.


Desde el sector agropecuario piden por medidas de fomento competitivo


Más de 280 dirigentes agropecuarios de todo el país, representando a los pequeños y medianos productores, realizaron un plenario en la sede de Came para elaborar medidas que permitan al sector recuperar rentabilidad y competitividad.


“El gran desafío de Argentina es poder insertarse inteligentemente en el mundo con agroalimentos”, señaló el titular de Economías Regionales de Came, Eduardo Rodríguez.


En un repaso por las actividades que se llevaron a cabo durante el año, Rodríguez habló del adelantamiento del Mínimo No Imponible pedido por la entidad, la baja de derechos de exportaciones y el pedido de aplicación para una normativa que indique la emergencia dentro del ámbito citrícola.


“La desburocratización del Estado, la apertura de nuevos mercados y la buena predisposición al diálogo son cosas que anhelamos que se mantengan y promuevan en el próximo gobierno”, dijo y remarcó la importancia del Censo Nacional Agropecuario 2018 con estadísticas públicas confiables.


Además, el dirigente expresó el interés de que el sector pueda participar del “Consejo contra el Hambre” propuesto por el próximo gobierno.


Asimismo, advirtieron que en los últimos meses se registraron problemas en la cadena de pagos, como así también en el alza y la caída de las ventas. Y en consecuencia, los productores pidieron que se apliquen tasas de financiamiento razonables para reavivar el sector agropecuario.


A eso se sumaron las dificultades para registrar y desvincular trabajadores temporarios necesarios para la cosecha, altos costos energéticos y de tasas para acceder a créditos, y una falta de política tributaria regionalizada que contemple las asimetrías del interior profundo y el tamaño de las empresas.


 “El aporte al Tesoro Nacional por parte de las Economías Regionales es de 520 millones de pesos durante este año en derechos de exportación. Es por ello que  resulta fundamental que el sistema productivo tenga créditos para poder seguir movilizando la economía”, remarcó Rodríguez.


Y agregó: “A diferencia de lo que sucede en otros sectores, el productor que gana dinero inmediatamente vuelve a volcarlo a su producción, reinvierte y arriesga”.


En ese sentido indicó: “Agregar valor en origen a los productos primarios supone adoptar una mirada integradora, promoviendo la sinergia entre campo e industria. Para ello es imperioso contar con previsibilidad y reglas de juego claras”.


 


 


Fuente: El Territorio

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