18/09/2019

Daniel "Maguila" Puccio, uno de los integrantes del clan familiar que secuestró y mató a varios empresarios en Argentina en la década del '80 fue detenido en Brasil con un documento falso.


El argentino Daniel "Maguila" Puccio, integrante del clan que cometió asesinatos y secuestros extorsivos en los años ochenta, que fue detenido en Brasil con documentos falsos, fue trasladadoa una cárcel de San Pablo, luego de que se le decretara la prisión preventiva por parte de la justicia brasileña.


Según dijouna fuente policial, Puccio permanecerá por un tiempo aún no determinado en la cárcel CDP Pinheiros, ubicada en el barrio Vila Leopoldina, en la zona oeste de San Pablo, un penal común que tiene capacidad para 2.100 presos.


Luego, será llevado a la penitenciaría de Itaí, unos 300 kilómetros al oeste de la ciudad de Sao Paulo, donde funciona la única cárcel de extranjeros para Brasil, hasta el fin de su proceso por falsificación de documentos.


Detuvieron a un integrante del clan Puccio con un DNI trucho en Brasil


Puccio, quien no tenía pedido de captura de Interpol, mostró un documento brasileño falsificado durante un control policial al micro en el cual viajaba desde Foz de Iguazú en la ciudad de Itú, a 60 kilómetros de la ciudad de San Pablo.


Hoy en los tribunales de Itú un magistrado le dictó la prisión preventiva para que siga el juicio detenido primero en la cárcel de San Pablo y luego en la ciudad de Itaí.


La cárcel de Itaí es la única para extranjeros de Brasil: tiene 1.600 presos, no está sobrepoblada y no hay detenidos brasileños. El 70 por ciento de la población carcelaria es por tráfico de drogas y la mayor parte de los detenidos son de Nigeria, Bolivia y Perú.


Hay presos de 86 nacionalidades que hablan 38 lenguas, dijo la fuente a Télam. Todavía no fue definido cuándo dejará Puccio San Pablo para la carcel de Itaí.


El caso es informado en Brasil con mucha amplitud a raíz de la película "El Clan" del director Pablo Trapero.


No tiene pedido de captura
Además, al advertir de quien se trataba, los efectivos se contactaron con Interpol, pero allí les informaron que Daniel Puccio no tenía pedido de captura. Sin embargo, las autoridades van a verificar si existe algún pedido de detención contra el hijo de quien fuera el líder de la banda.


A raíz de los secuestros y asesinatos atribuidos a la banda, "Maguila" estuvo detenido entre 1985 y 1988 hasta que fue excarcelado.


En 1999 recibió una sentencia a 13 años de cárcel sólo por el secuestro de Nélida Bollini de Prado (59), el último realizado por el clan, pero esa pena jamás la cumplió porque desde entonces permaneció prófugo -aparentemente por Nueva Zelanda y Brasil- y debido al tiempo transcurrido, la causa finalmente prescribió en agosto de 2011.


La historia de la familia


El clan liderado por Arquímedes estuvo integrado por dos de sus hijos, Alejandro, ex wing del Club Atlético San Isidro (CASI) y de Los Pumas; Daniel; el militar retirado Rodolfo Franco y sus amigos Guillermo Fernández Laborde y Roberto Oscar Díaz.


El primero de los hechos atribuidos a esta banda fue el que tuvo como víctima a un conocido de Alejandro, el rugbier del club Pueyrredón Ricardo Manoukian (24), secuestrado el 22 de julio de 1982 y asesinado a balazos nueve días después a pesar de que la familia de la víctima pagó 250.000 dólares de rescate.


El segundo de los casos acreditados por la Justicia fue el de Eduardo Aulet (25), ingeniero y jugador del San Isidro Club (SIC), a quien capturaron el 5 de mayo de 1983 y asesinaron apenas cobraron los 100.000 dólares pagados para liberarlo, aunque su cuerpo recién fue hallado cuatro años después.


Luego, el 22 de junio de 1984, el empresario Emilio Naum (38), propietario de firma de ropa Mac Taylor y quien conocía a Arquímedes, fue asesinado de un balazo en el pecho cuando se resistió a que el clan lo secuestrara.


La banda recién fue desarticulada el 23 de agosto de 1985, al intentar cobrar el rescate por la empresaria Bollini de Prado, a quien la Policía rescató de la casona de los Puccio en San Isidro donde pasó 32 días cautiva.


El “caso Puccio” fue uno de los más resonantes de la historia policial argentina y en 2015 volvió a atraer la atención de la sociedad a través de una película y una serie que contaron cómo operaba la banda y de un libro del periodista y escritor Rodolfo Palacios.


Escándalo por un asado con presos en una comisaría de Santiago del Estero: uno de los comensales era un subcomisario


El escándalo sucedió en la sede de la Comisaría Comunitaria Nº 45 del barrio El Vinalar, en la zona sur de la ciudad de Santiago del Estero. El asado se estaba realizando en la comisaría y los protagonistas eran un jefe policial y tres detenidos. El asado quedó en la parrilla.


La mesa estaba lista. El asado humeaba en el patio, mientras los comensales ingerían un vino tinto que raspaba como aperitivo. Había risas y anécdotas de por medio que acompañaban la reunión.


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Todo aparentaba ser el escenario de un encuentro entre amigos o de familiares. Sin embargo, el asado se estaba realizando en la comisaría y los protagonistas eran un jefe policial y tres detenidos.


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El escándalo sucedió en la sede de la Comisaría Comunitaria Nº 45 del barrio El Vinalar, en la zona sur de la ciudad de Santiago del Estero.
 
Alrededor de las nueve de la noche del sábado pasado, los presos y el segundo jefe de la dependencia se sentaron a degustar el asado en el fondo de la comisaría.
 
La grave irregularidad trascendió el perímetro de la sede policial. La noticia llegó hasta la Jefatura de Policía, a través de fotografías y videos casi al instante.
 
Una de las máximas autoridades de la fuerza de seguridad santiagueña se trasladó de inmediato hasta la Comisaría 45, donde corroboró personalmente la situación y puso inmediatamente al subcomisario, de apellido Díaz, en disponibilidad preventiva.
 
Le retuvieron el arma de fuego y la credencial, además de informarle que debía presentarse en la Jefatura para informarle sobre el sumario administrativo que se le iniciará.
 
En tanto, los reos volvieron a los calabozos, de donde no debían haber salido.
 
Como parte del sumario administrativo, casi inmediatamente se recibieron testimonios de todos los suboficiales y oficiales que se encontraban de guardia y que contaron el irregular hecho de esa noche y todo lo que se vive en la comisaría. El resto del asado, quedó en la parrilla.

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