26/03/2019

El presidente Mauricio Macri afirmó este unes que "no hay que comprarse el cuento de que contra las mafias no se puede" y destacó que desde el comienzo de su gestión supo que iba a "dar peleas difíciles, y la lucha contra las mafias, tanto dentro como fuera del Estado, es quizás la más difícil" de todas.


Macri expresó estos conceptos durante un acto realizado en el CCK al inaugurar el primer Seminario Antimafia Ítalo-Argentino, en el que las máximas autoridades de la Dirección Nacional Antimafia y Antiterrorismo (DNA) y parlamentarios de ese país europeo, compartirán con sus pares argentinos la experiencia acumulada en el combate contra el crimen organizado.


"La decisión es clara: en equipo con los argentinos, decidimos enfrentarlas (las mafias) y ganar", enfatizó Macri, quien instó a continuar con esa actitud, porque, resaltó, "ésta es una batalla constante, y tenemos que seguir combatiendo juntos a las mafias para que entiendan, de una vez y para siempre, que en la Argentina se acabaron los comportamientos mafiosos".


Macri dejó en claro el compromiso de su gobierno de lograr "un cambio en serio" en la Argentina, un cambio que pidieron los argentinos y que exige poner fin a la mentira, exige poner fin a la corrupción y, muy especialmente, exige el fin de las mafias".


Para ello señaló que "se debe aprender de otras experiencias" y articular "la cooperación entre países", que brinda "herramientas para prevenir, por ejemplo, el lavado del dinero", y destacó en ese sentido el "gran trabajo que ha hecho en los últimos años nuestra Unidad de Investigación Financiera (UIF)".


"Durante muchos años, los argentinos tuvimos que resignarnos a convivir con mafias de todo tipo, como el narcotráfico, la trata de personas, el contrabando, las barras bravas y también el sobreprecio de la obra pública, mafias que se habían instalado y crecido en nuestro país a niveles alarmantes", dijo Macri.


Y apuntó que esta situación había aumentado "a la sombra de un Estado, que en el mejor de los casos las ignoró y, en el peor, las apañó e incentivó, sometiendo a una enorme mayoría de argentinos honestos a convivir con este flagelo".


Macri recordó los hitos en la lucha contra las mafias de los últimos tres años y señaló que ahora "se respeta la independencia de la justicia, incluso en las grandes investigaciones por corrupción e incluso cuando se investigan a actuales funcionarios. Esto es un cambio enorme para la Argentina: antes el Estado era parte del problema, y hoy es parte de la solución", sostuvo.


Asimismo, Macri puso especial énfasis en que "parte de este camino es el Decreto de Necesidad y Urgencia de Extinción de Dominio que impulsamos para que el Estado pueda recuperar los bienes del narcotráfico y la corrupción", que debió sancionar "porque los proyectos que estaban para ser aprobados en el Congreso habían estado estancados por años".


Asistieron al encuentro, que fue organizado por la Cámara de Diputados y que se extenderá hasta el jueves próximo, el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi; Federico Cafiero De Raho, Procurador Nacional Antimafia de Italia; la plana mayor de la Dirección Nacional Antimafia (DNA) de ese país; y el embajador italiano en la Argentina, Giuseppe Manzo.


También estuvieron la jueza de la Corte Penal Internacional, Rosario Aitala; Pietro Grasso, ex procurador nacional antimafia y ex presidente del Senado, y el diputado Fernando Iglesias, presidente del Grupo Parlamentario de Amistad con Italia, entre otros.


Cambios en una legislación clave


Después de discusiones, postergaciones, cambios de estrategia y revisiones, el proyecto de reforma del Código Penal pasó a la firma de los ministros y este lunes por la noche llegó al Congreso. Mauricio Macri dio la instrucción de avanzar en la última reunión de Gabinete, el proyecto entrará por el Senado y el oficialismo buscará empujar el inicio del tratamiento el mes próximo, en una etapa de mínima actividad legislativa y sin expectativa de convertirlo en ley este año. La presentación funcionará como una toma de posición con el objetivo de fogonear el debate de algunos aspectos vinculados a la seguridad y delitos de corrupción, en línea con la estrategia de la Casa Rosada de levantar esos temas ante la falta de resultados en materia económica.


Las actividades de Macri y María Eugenia Vidal ayer funcionaron como muestra. El Presidente únicamente se apartó de la agenda con el rey español Felipe VI para abrir en el CCK el "Seminario antimafia Italo-argentino". La gobernadora fue a La Matanza por el derrumbe de un búnker de droga, el número 100 durante su gestión. "El cambio que pidieron los argentinos exige poner fin a la mentira, a la corrupción y muy especialmente a las mafias. Antes el Estado era parte del problema, hoy es parte de la solución", buscó contraponer Macri, y enumeró como logros el decreto de extinción de dominio, la Ley del Arrepentido y la de Flagrancia, y el programa Nacional de Protección de Testigos.


Con el nuevo Código, uno de los objetivos que se había propuesto para mostrar como legado -el actual rige desde 1921, con parches-, buscará resaltar el endurecimiento de las penas a los delitos por corrupción, narcotráfico y control de la calle, aunque tendrá que limitarse por el momento y durante los largos meses de campaña a la presentación. Lo mismo sucederá con el Régimen Penal Juvenil, que será enviado por separado.


"La idea es que el proyecto comience a discutirse en abril o mayo, y estimamos que puede convertirse en ley el año que viene", dijo a Clarín un alto funcionario. Sin mayoría en ambas cámaras, al macrismo no le será sencillo empujar el tratamiento de este tema y en general el Congreso se prepara para un funcionamiento acotado en los próximos meses con la campaña en su etapa más intensa. Ya el balance de 2018, sin ser un año electoral, quedó en el podio de los peores desde el regreso de la democracia. A su vez el debate del nuevo Código Penal en este momento generó incluso rechazo dentro de Cambiemos, como el de Elisa Carrió

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