09/02/2019

Por lo menos tres delincuentes redujeron al sereno y accedieron a la administración del secadero de yerba mate de la familia Vancsik, en el municipio de Los Helechos, donde se hicieron de un botín de 200 mil pesos en efectivo. Fue un golpe bien planificado y ejecutado a la perfección. Los ladrones dispusieron de una importante logística para llevar a cabo el atraco, al punto que lograron forzar tres cajas fuertes con masas y amoladoras.


No se descarta que el grupo comando haya contado con el aporte un informante local, puesto que el dinero en resguardo estaba destinado al pago de sueldos del personal de la empresa. El hecho se registró entre la noche del viernes y la madrugada de ayer, en el establecimiento ubicado sobre la ruta Provincial 5, a unos tres kilómetros del acceso a Los Helechos.


Por las características del atraco, desde la propia Policía indicaron que se trataría la misma banda que en los últimos días perpetró varios robos en diferentes puntos de la zona Centro. 


Al respecto, si bien desde la Unidad Regional II vienen manejando la información oficial con sumo hermetismo, El Territorio confirmó que el último martes irrumpieron en un secadero de Campo Viera, donde los malvivientes actuaron bajo la misma modalidad de la víspera.


En el lapso de una semana también asaltaron una distribuidora de gaseosas de Oberá y una conocida venta de autopartes en la localidad de Guaraní.


En ambos hechos los ladrones desactivaron las alarmas, forzaron las cajas fuertes y se llevaron las grabaciones de las cámaras de seguridad. Hasta el momento no se registraron detenciones.


Sereno y alarma 


Ayer a media mañana, tras atender a los investigadores y peritos policiales, Javier Vancsik charló con este diario y comentó pormenores del atraco que padeció la empresa familiar.


“La verdad que pocas veces tenemos plata en efectivo porque casi todo está bancarizado, pero ayer (por el jueves) empezamos a pagar los sueldos y había unos 200 mil pesos, que es lo que robaron. Se llevaron sólo el efectivo, dejaron todo lo que son chequeras”, precisó.    


Sobre el hecho, mencionó que el sereno relató que alrededor de las 23.30 fue sorprendido mientras realizaba su habitual ronda. Contó que lo golpearon por la espalda y luego le colocaron algún producto en la boca y la nariz, por lo que perdió el conocimiento.
En tal sentido, el empresario obereño explicó que “una vez que lo redujeron, lo ataron y lo encerraron en el baño del personal. De ahí forzaron una ventana lateral de la oficina, que fue por donde ingresaron a la administración”.


Si bien la propiedad no cuenta con cámaras de seguridad, sí dispone de un sistema de alarma por monitoreo, aunque la misma habría sido anulada y no llegó a sonar, al menos esa fue la información suministrada por la empresa prestataria. 


Vancsik se mostró sorprendido por el grado de profesionalismo y el equipamiento con que contaron los bandidos, quienes literalmente desarmaron las tres cajas fuertes.  “Habrán estado mucho tiempo y se ve que usaron masas y amoladoras. Fue un trabajo, por así decirlo, de varias horas. Se ve que son profesionales”, opinó.


“Todo planificado”


El secadero de la familia Vancsik tiene una historia de 60 años y es una de las empresas más representativas de Los Helechos, por lo que el robo generó una enorme conmoción en la zona.


Pero no fue el único hecho de la semana en el mismo municipio, puesto que un par de días antes desconocidos irrumpieron en un comercio de materiales de construcción y ferretería ubicado justo en el límite con Oberá.
Además de hacerse de una suma de dinero en efectivo, los delincuentes también se llevaron varias amoladoras. En consecuencia, no se descarta que el primer hecho tenga relación con el segundo.


Respecto a las características de los delincuentes que redujeron al sereno del secadero, Vancsik precisó que el empleado no supo precisar con exactitud cuántos fueron y si estaban armados o no, puesto que fue sorprendido por atrás, pero se estima que fueron al menos tres por el movimiento realizado en el interior del lugar.


“Sí llama la atención que le hayan puesto algo en la boca para desvanecerlo. Es decir que estaba todo planificado y vinieron bien preparados”, agregó.  Alrededor de las 5.30, cuando comenzaron a llegar los empleados, el sereno pidió auxilio y fue asistido, tras lo cual dieron aviso a la Policía. 


En ese sentido, si bien el empresario lamentó el perjuicio económico, ponderó que “no lastimaron a nadie, más allá del golpe al sereno, porque uno se pone a pensar y podría haber sido mucho peor”.


Diferentes dependencias de la Unidad Regional II buscan pistas para dar con los autores del hecho y con el posible contacto local o interno, aunque al cierre de esta edición no había novedades.


Por Daniel Villamea
Corresponsalía Oberá


 


Fuente: El Territorio

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