12/08/2018

Una forma de vitamina A necesaria para percibir y enviar señales visuales al cerebro se convierte en tóxico por la activación de esta clase de luz, que no se da con otras del espectro lumínico. Las células de la retina mueren y no se reconstituyen.


Un equipo de investigadores de la Universidad de Toledo, Ohio, descubrieron que la luz azul de los teléfonos celulares y las pantallas de las computadoras portátiles —entre otros dispositivos electrónicos— causa daño irreversible a la vista, y pueden acelerar los procesos de ceguera. La exposición prolongada a este haz del espectro lumínico hace que se generen moléculas venenosas en las células del ojo que se ocupan de ver.


Ese proceso puede causar degeneración macular, un trastorno ocular que destruye lentamente la visión central y aguda, y no tiene remedio. En un estudio publicado en Scientific Reports, los investigadores explicaron que la luz azul tiene más energía y una longitud de onda más corta que otros colores, por lo cual daña gradualmente el ojo.


Un profesor del Departamento de Química y Bioquímica, Ajith Karunarathne, dijo a The Guardian: "Estamos continuamente expuestos a la luz azul y la córnea y el cristalino no pueden bloquearla ni reflejarla. No es un secreto que la luz azul daña nuestra vista al dañar la retina del ojo. Nuestros experimentos explican cómo es que esto sucede. Esperamos que esto lleve a buscar terapias que detengan la degeneración macular, como una nueva clase de gotas para ojo".


La enfermedad surge entre personas de 50 o 60 años, por la muerte de las células receptoras de luz de la retina. En los Estados Unidos la degeneración macular vinculada a la edad es la causa principal de ceguera. Cuando no llega a producirla totalmente, puede volver muy difícil el registro de los detalles. La gente que la sufre no puede leer ni reconocer rostros, por ejemplo. Las células foto-receptoras necesitan de retinal (una de las formas de la vitamina A), para percibir la luz y enviar una señal al cerebro, lo que permite la visión. La luz azul hace que esta molécula desencadene una serie de reacciones que favorecen la creación de tóxicos en esas células, que entonces mueren.


"Las células foto-receptoras no se regeneran. Cuando se mueren, se mueren", dijo Kasun Ratnayake, otro participante del estudio, a Science Daily. "Es tóxico. Si uno dirige la luz azul al retinal, el retinal mata las células foto-receptoras a la vez que la molécula que envía señales se disuelve en la membrana".


El estudio comprobó que el conflicto se da en la combinación: la luz azul en sí no causa daño y el retinal en sí, tampoco. Pero juntos, dañan esas y otras células: "La toxicidad es universal", dijo Karunarathne. Los investigadores lo comprobaron al incorporara moléculas de retinal a células cancerosas, células del corazón y neuronas, y todas murieron cuando se las expuso a la luz azul. En cambio, las luces verde, amarilla y roja no causan ese daño, verificaron cuando hicieron esa prueba con cada una de ellas. Sólo sucede con la luz azul, a la cual las personas están enormemente expuestas en la era de los dispositivos electrónicos portátiles.


Mientras el laboratorio continúa las investigaciones —actualmente miden la luz de los televisores, los celulares y las tabletas para tener una idea más clara sobre la irradiación cotidiana de luz azul—, Karunarathne aconsejó a quienes quieran comenzar a protegerse que utilicen anteojos de sol que filtren tanto los rayos ultravioletas como los azules y eviten mirar el smartphone o la tableta en la oscuridad.


Fuente: Infobae

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