16/07/2018

La empresa tuvo que cancelar el vuelo. Es el segundo episodio en menos de una semana.


Otra vez un vuelo de Flybondi sufre demoras y postergaciones, en este caso se trata del vuelo 551 que tuvo que ser cancelado luego de que la cola de la aeronave chocará contra la pista.


La unidad, una aeronave Boeing 737-800, tenía un raspón en la parte trasera y por seguridad las autoridades decidieron cancelar el servicio. El accidente se produjo durante la madrugada en el Aeropuerto de Iguazú, Misiones, y no hubo heridos. 0


Según la información de la Junta de Investigación de Accidente de Aviación Civil (JIAAC) el avión de Flybondi sufrió daños estructurales en el fuselaje y se intenta determinar la importancia de los mismos.


La semana pasada la compañía low cost canceló 17 vuelos y reprogramó otros nueve, lo que generó inconvenientes con más de 5000 pasajeros en el aeropuerto de El Palomar. El servicio que venía a Neuquén llegó con seis horas de demora.


Las razones del incidente se conocerán fruto de la investigación que llevara adelante la JIAAC Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil, pero según la versiones originadas en el aeropuerto de Iguazú, se pudo haber cometido un error al cargar la bodega del avión y los pasajeros. Otras fuentes informativas se inclinan por deficiencias en los amortiguadores del tren central de aterrizaje.


Fuentes aeronáuticas precisaron que todo el peso de la carga, o bien su mayoría, fue ubicado en la parte trasera del avión lo que habría provocado un desbalanceo y al iniciar la rotación para despegar se produjo el impacto de la cola con la pista. La tripulación del avión aborto el despegue sin que se produjeran daños adicionales, cancelándose así el vuelo FO 5433.



En solo cinco meses de operación Flybondi suma un incidente más a su larga lista que comenzó si se quiere con aquel vuelo promocional cancelado en la provincia de Córdoba durante el mes de enero de este año.


Una realidad a tener en cuanta en este tipo de incidentes para este tipo de aeronave, es que el Boeing 737/800 al ser largo no permite un ángulo de rotación pronunciado, para evitar justamente el roce de la cola del aparato con la pista. Por esta particularidad el propio fabricante dispuso un patín en la parte posterior del fuselaje para amortiguar los posibles roces o impactos.


En este caso se ve claramente que el impacto fue más allá de la superficie que ocupa el patin.

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