19/11/2017

El detenido empresario farmacéutico Ibar Pérez Corradi y dos ex funcionarios nacionales fueron enviados a juicio oral acusados de traficar efedrina para ser vendida como precursor químico a narcotraficantes.


El detenido empresario farmacéutico Ibar Pérez Corradi y dos ex funcionarios nacionales fueron enviados a juicio oral acusados de traficar efedrina para ser vendida como precursor químico a narcotraficantes. Así lo resolvió ayer el juez federal Sergio Torres, quien se hizo cargo de la causa luego de que su colega María Servini se excusó de continuar al frente de la misma porque otro de los imputados (que por ahora no será juzgado) la "volvió loca" presentando una serie de denuncias en su contra.


Según la resolución judicial, Pérez Corradi irá a juicio junto a los hermanos Máximo Zacarías, ex funcionario de ceremonial del PAMI; y Miguel Angel Zacarías, ex secretario privado del titular de la Sedronar, Ramón Granero, quien también está acusado en esta causa. Sin embargo, tanto Granero como otros ex funcionarios de la Sedronar, Gabriel Yusef Abboud (quien denunció a la jueza Servini) y Julio De Orue, apelaron el requerimiento de juicio que el fiscal federal Juan Pedro Zoni hizo en abril último.


Quiere ir a juicio


En este marco, la Cámara Federal de Casación Penal resolvió el mes pasado remitir la actuaciones nuevamente al instructor judicial para que presente un nuevo pedido para los tres ex funcionarios. En el mismo fallo, la Cámara habilitó el requerimiento para se juzgue a Pérez Corradi y a los Zacarías, decisión a la que no se opuso la defensa del detenido. "Más allá de que no compartimos en lo más mínimo los fundamentos del fiscal, queremos que vaya a juicio cuanto antes", explicó el abogado Juan José Ribelli, uno de los defensores de Pérez Corradi.


El letrado recordó que su defendido continúa a disposición del Servicio Penitenciario Federal y bajo el régimen del Programa Nacional de Protección a Testigo e Imputados. Por su parte, Pérez Corradi también espera que se fije la fecha para otros dos juicios que tiene pendientes: uno en el Tribunal Oral Federal 5 por lavado de activos en la denominada "mafia de los medicamentos" y el otro en el Tribunal Oral en lo Penal Económico 2 imputado por tentativa de contrabando de efedrina desde China y usurpación de identidad.


Además, Pérez Corradi sigue vinculado a la causa del triple crimen de General Rodríguez en el que fueron asesinados en 2008 Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina ya que si bien en diciembre la jueza Servini le dictó la falta de mérito, en mayo Casación revocó esa decisión al considerar que restaba producir prueba. Según Ribelli, todas estas causas abiertas y sin sentencia mantienen en suspenso el juicio de extradición a los Estados Unidos que está a cargo de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado.


En la Triple Frontera


Pérez Corradi estuvo prófugo de la Justicia hasta que lo capturaron en junio de 2016 en la zona de la Triple Frontera, en Paraguay, y lo extraditaron a la Argentina, donde se le dictó la prisión preventiva en la causa por tráfico de efedrina que ahora está a cargo de Torres.


Sobre el detenido, el fiscal Zoni sostuvo en su requerimiento que fue clara "la clandestinidad con la que el imputado decidió comercializar dicha sustancia. En este sentido, el imputado adquirió la efedrina en cuestión sin estar inscripto ante la Sedronar, a pesar de saber que eso era necesario, lo cual es demostrativo del conocimiento que tenía respecto de la actividad ilegal que estaba desarrollando".


40 toneladas


Zoni remarcó que se adquirió una "desmesurada cantidad de efedrina frente a las legítimas necesidades sanitarias del país", y explicó que "luego de haberse llevado a cabo una extensa y profunda investigación se ha comprobado prima facie la existencia de una maniobra compleja de narcotráfico internacional de la cual formaron parte distintas personas, entre las que se encontraron funcionarios públicos de diversos estamentos del Estado nacional".


Y advirtió que durante la pesquisa "se incorporó cuantioso material probatorio que permitió concluir que el control que se debería haber efectuado desde la Sedronar fue inexistente. En este sentido, se observó que el trámite de la inscripción y autorización ante la Sedronar se trataba de una simple formalidad que no implicaba real control alguno".


De acuerdo a la acusación, esta falta de controles dieron vía libre al desvío de 40 toneladas de efedrina importada entre 2004 y 2008, y que fue vendida al narcotráfico en México para ser usada como precursor químico en la elaboración de metanfetamina.

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