19/09/2017

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el mundo "se está quedando sin antibióticos" para atender enfermedades infecciosas, a causa de la falta de inversión en investigación para combatir a bacterias que se han vuelto resistentes a los tratamientos, entre otros puntos sobresalientes de un informe difundido hoy.


Un estudio realizado sobre medio centenar de fármacos que están en etapa de desarrollo para combatir las bacterias resistentes a los antibióticos concluyó que sólo ocho "son realmente innovadores" mientras que el resto sólo serviría en el corto plazo, subrayó en un comunicado.


En este sentido, el organismo sanitario dependiente de las Naciones Unidas (ONU) advirtió sobre la "necesidad urgente de más inversión en investigación" ante la "seria falta de opciones de tratamiento" para una serie de enfermedades infecciosas, entre ellas la tuberculosis.


El director general de la OMS, Tedros Ghebreyesus, remarcó que "la resistencia antimicrobiana es una emergencia sanitaria mundial que pondrá seriamente en peligro el progreso en la medicina moderna".


"La mayoría de los fármacos actualmente en desarrollo son modificaciones de las clases existentes de antibióticos y son sólo soluciones a corto plazo", puntualizó acerca de las conclusiones de un informe sobre agentes anti-bacterianos en desarrollo clínico titulado "El mundo se está quedando sin antibióticos".


El informe identifica a 51 nuevos antibióticos y productos biológicos en etapa de ensayo clínico para tratar como prioridad los patógenos resistentes a los antibióticos, así como la tuberculosis y la infección diarreica.


Los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones bacterianas y su resistencia se produce cuando las bacterias mutan en respuesta al uso de estos fármacos, con lo cual pueden causar infecciones en el ser humano y en los animales que son más difíciles de tratar que las no resistentes.


"Entre todos estos fármacos en estudio, sólo ocho son clasificados por la OMS como tratamientos innovadores que añadirán valor al actual arsenal de tratamiento antibiótico", sostuvo "Existe una seria falta de opciones de tratamiento para tuberculosis multirresistente y patógenos Gram-negativos multirresistentes y resistentes a fármacos, incluyendo Acinetobacter y Enterobacteriaceae (tales como Klebsiella y E. coli) que pueden causar infecciones graves, a menudo mortales, que plantean una particular amenaza en hospitales y hogares de ancianos", remarcó.


Otra falencia detectada por la OMS es que entre los nuevos fármacos en desarrollo "hay muy pocos antibióticos orales", lo que implica un problema ya que "estas son formulaciones esenciales para el tratamiento de infecciones fuera de los hospitales o en escenarios de recursos limitados".


"Las compañías farmacéuticas y los investigadores deben concentrarse urgentemente en nuevos antibióticos contra ciertos tipos de infecciones extremadamente graves que pueden matar a los pacientes en cuestión de días porque no tenemos línea de defensa", dice la médica Suzanne Hill, directora del Departamento de Medicamentos Esenciales de la OMS.


"Hay una necesidad urgente de más inversión en investigación y desarrollo de infecciones resistentes a los antibióticos, incluyendo la tuberculosis", dijo a su vez Ghebreyesus, quien advirtió que si no se avanza en ese sentido se volverá a la época en la que las personas tenían miedo de contraer infecciones simples o arriesgaban sus vidas en cirugías menores.


En este contexto, la OMS y la Iniciativa de Medicamentos para Enfermedades Desatendidas (DNDi) crearon la Asociación Mundial de Investigación y Desarrollo de Antibióticos (conocida como GARDP), y el último 4 de septiembre Alemania, Luxemburgo, los Países Bajos, Sudáfrica, Suiza y el Reino Unido y el Wellcome Trust se comprometieron con más de 56 millones de euros para este trabajo.


Entre las enfermedades que más preocupan se encuentra la tuberculosis resistente a los medicamentos, que de acuerdo a las estadísticas de la OMS mata a unas 250 000 personas cada año.


Por su parte, el director del Programa Mundial de la OMS contra la Tuberculosis, médico Mario Raviglione, consideró "seriamente insuficiente" el desarrollo de nuevos fármacos específicos para la tuberculosis resistente.


En este sentido, Raviglione destacó que en los últimos 70 años "sólo dos nuevos antibióticos llegaron al mercado" para combatir esta variante de la enfermedad.


Más allá del desarrollo de nuevos medicamentos, la OMS insistió con la importancia de "fomentar el uso adecuado de los antibióticos existentes y futuros", a la vez que está elaborando nuevas directrices para su uso responsable tanto en humanos como en animales y en el sector agrícola.

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