26/07/2017

Los grandes constructores habrían mantenido reuniones para acordar aspectos técnicos de sus vehículos en perjuicio de los consumidores.


La industria automotriz alemana, bajo sospecha de haber formado un cártel durante décadas, podría encontrarse frente a un nuevo escándalo extremadamente costoso para sus finanzas y su imagen, luego del relativo a los motores diésel.


Bajo sospecha de colusión durante décadas, los constructores enfrentarían un nuevo escándalo extremadamente costoso para sus finanzas e imagen, tras los perjuicios del “dieselgate”.


Si las informaciones de la revista Der Spiegel se confirman, el trucaje de once millones de vehículos diésel del grupo Volkswagen, destapado en 2015, podría parecer algo nimio: los grandes constructores del país (Volkswagen, Audi, Porsche, BMW y Daimler) habrían mantenido desde los años 1990 reuniones secretas para acordar aspectos técnicos de sus vehículos, en perjuicio de los consumidores.


Volkswagen habría hecho “una especie de autodenuncia” a las autoridades anticártel en julio de 2016, al igual que Daimler, seguramente con la esperanza de obtener algo de clemencia de parte de los gendarmes de la competencia, puesto que las multas por pactos pueden ser enormes.



Daimler sufrió una amarga experiencia en el verano   pasado, cuando la Comisión europea le impuso una multa de 1.000 millones de euros por acordar los precios de sus camiones junto a otros tres fabricantes europeos.


La multa de Bruselas o de la Oficina anticártel alemana puede llegar al 10% de la facturación de cada empresa. En este caso podría rondar los 50.000 millones de euros, según los ingresos del sector en 2016. A ello se añadirían las denuncias de los clientes, que no se harían esperar.


Klaus Müller, responsable de la federación alemana de asociaciones de consumidores, advirtió en el diario Süddeutsche Zeitung que miles de automovilistas podrían querellarse “por haber posiblemente pagado precios demasiado altos” por sus vehículos.


Elucidar la eventual colusión puede llevar mucho tiempo. Por ahora, no hay ninguna investigación oficial al respecto. Bruselas y la Oficina anticártel alemana indicaron “haber recibido informaciones”, que “están siendo examinadas por la Comisión”, indicó el sábado el ejecutivo europeo.


Volkswagen, cuyo Consejo de vigilancia tendrá una reunión excepcional el miércoles, no ha dicho aún nada. Daimler se limitó a indicar que aplica su programa interno de respeto al derecho de la competencia.


BMW negó cualquier acuerdo con sus competidores respecto a las emisiones de su vehículos diésel y afirmó que no manipuló ninguno de sus modelos. Según Der Spiegel, el cártel automotriz está en parte vinculado a las emisiones contaminantes.


Daimler, la primera en admitirlo


Daimler, fabricante de los automóviles Mercedes Benz, habría sido la primera en admitir la existencia de un vasto acuerdo entre los constructores alemanes del sector para beneficiarse de la clemencia de las autoridades europeas de la competencia, informaron ayer varios medios.


El grupo Daimler se habría autodenunciado ante las autoridades “mucho antes” que su competidor Volkswagen, afirma el diario Süddeutsche Zeitung, que realizó una investigación en colaboración con las cadenas de televisión pública alemanas NDR y SWR.


“El constructor suabo puede así esperar evitar una sanción en caso de que la Comisión Europea decidiera imponer multas por concertaciones ilegales”, escribió el diario.


Contactado, un portavoz de la empresa Daimler no quiso comentar estas informaciones.


 Italia: por la sequía racionarían el agua en Roma


El Vaticano ordenó apagar el suministro de sus fuentes. Diez regiones del país reclaman declarar el estado de calamidad natural. En campo denuncia graves


Italia registra una de las sequías más graves de su historia reciente: diez regiones reclaman el estado de calamidad natural, el campo denuncia daños considerables, Roma planea racionar el agua corriente y el Vaticano corta el suministro a sus fuentes.


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“Increíble. Como durante la Segunda Guerra Mundial, cuando en el verano de 1944 asignaban un litro de agua por persona”, ironiza con la AFP Mario Tozzi, conocido geólogo italiano y autor de numerosos estudios y programas de televisión dedicados a la emergencia hídrica.


La nueva emergencia que azota a la península italiana es el fruto de una temporada particularmente seca.


Según los cálculos oficiales, Italia ha perdido en los últimos seis meses el equivalente de 20.000 millones de metros cúbicos de agua, algo tan grande como el lago de Como, al norte de Italia.


Desde el inicio del año las temperaturas medias han aumentado de 0,9 grados por encima de la norma.


Para la agencia de meteorología, Italia vivió la segunda temporada más seca de los últimos 60 años y dejó de recibir el 33% menos de lluvias con respecto a los años anteriores.


Debido a la sequía, las autoridades del Vaticano han decidido cortar el agua a todas las fuentes, tanto a las dos externas renacentistas en medio de la plaza de San Pedro, como a las internas, que adornan los jardines.


“El problema no son las fuentes abiertas, el problema es el uso desconsiderado que se hace del agua (...) el hecho de que se malgasta, como ocurre con la agricultura”, asegura Tozzi.


Pese a que el ministro del Medio Ambiente, Gian Luca Galletti, desea evitar todo alarmismo, las pérdidas en el sector agrícola y ganadero son elevadas y superan los 2.000 millones de euros.


La situación del río Po, el más largo de Italia, del que depende el 35% de la producción agrícola nacional, es preocupante. Su nivel bajó 50 centímetros en comparación con el año pasado en el mismo período, según Coldiretti, el mayor sindicato agrícola en el país.


La producción de cereales se redujo 30% en Lombardía, los viñedos han sufrido en el noreste, al igual que los olivos en las sureñas Pullas y Calabria así como los tomates y frutas en Emilia-Romaña.


En Sicilia se triplicó el coste de la irrigación y en Cerdeña miles de pequeñas empresas se quedaron sin agua.


En total, diez de las veinte regiones italianas han pedido que se declare zona de desastre natural, lo que implica la suspensión del pago de impuestos para los agricultores y el acceso a un fondo de compensación.


Para algunos expertos no se trata sólo de los efectos del cambio climático sino también del mal mantenimiento del sistema hídrico y de los abusos, entre ellos crear campos de golf en tierras desérticas o adornar residencias con prados a la inglesa.


Policías jubilados cuidan la famosa Fuente de Trevi


Policías jubilados están patrullando la Fuente de Trevi para asegurar que los turistas respeten las normas.


El alcalde de Roma sancionó una ordenanza el mes pasado para la protección de Trevi y otras 40 fuentes históricas. La ordenanza fija fuertes multas por treparse a un monumento, sentarse o comer sobre él.


Varios ex agentes de policía empezaron a alejar a los turistas del borde de piedra de la Fuente de Trevi el martes. Les avisaron que no debían comer ahí y que debían dejar abierto un camino para la circulación de la gente.


Meses atrás, un hombre se arrojó desnudo a la Fuente de Trevi y fanáticos del fútbol dañaron una fuente barroca en la Plaza de España cerca de la célebre escalinata.


La municipalidad dijo que los agentes voluntarios montarán guardia de 9 de la mañana a medianoche hasta mediados de octubre. Una vez finalizada la temporada alta del turismo, las autoridades decidirán si las patrullas serán permanentes.


Fuente: AFP - AP


 

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