19/02/2017

Evalúan cambios en algunos procedimientos internos, como la definición de temas prioritarios y un esquema de "doble control". "Se están haciendo bien las cosas. Nos duelen las críticas, pero nos exigen", manifestaron.


"Estamos desbordados", reconoció ante LA NACIÓN uno de los principales asesores del presidente Mauricio Macri . Apenas habían pasado dos horas de la conferencia de prensa que dio el último jueves el jefe del Estado, en la que hizo pública la decisión de dar marcha atrás con el ajuste en las jubilaciones y el acuerdo por la deuda con Correo Argentino.


Ésa es una de las principales razones que argumentan puertas adentro del Gobierno para explicar las últimas equivocaciones que provocaron que el Presidente tenga que salir a dar la cara por su equipo.


La multiplicidad de temas y la carga de trabajo sobre sólo unos pocos funcionarios hicieron que fallara el control interno. Por este motivo, Macri y sus colaboradores están revisando el proceso de toma de decisiones.


"Nos llegan 100 temas para resolver por día. Tenemos que entender que sólo podemos resolver cinco. Cuando haces más de lo que podés, es cuando empiezan los errores", admitieron cerca del Presidente.


En los despachos de la Casa Rosada reconocieron que no pueden con todo y explicaron que evaluarán las prioridades. "Eventualmente no haremos más de lo que se puede", aceptó uno de los hombres de máxima confianza de Macri.


Los encargados de seguir los avances del proceso de metas y de la gestión son el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los secretarios de Coordinación Interministerial, Mario Quintana , y de Coordinación de Políticas Públicas, Gustavo Lopetegui, el tridente que el Presidente calificó como sus "ojos e inteligencia". En ellos tres está depositada gran parte de la carga, y por eso muchas veces se produce un exceso de concentración.


"Las fallas no son por falta de control, es más complejo que eso. Y sobre todo porque de la enorme cantidad de temas que decidimos todos los días los que se perciben como errores son muy minoritarios, lo cual no quita que sea mejor evitarlos", explicó a LA NACION uno de los hombres con acceso diario al despacho presidencial.


Pese a atravesar una de las peores semanas desde que Macri se hizo cargo del Poder Ejecutivo, con el correr de los días la tensión interna disminuyó y la valoración sobre la gestión volvió a destacarse.


"Se están haciendo bien las cosas. Nos duelen las críticas, pero nos exigen como si fuéramos Suiza. Pareciera que es políticamente incorrecto que a Mauricio [Macri] le vaya bien. No nos reconocen una, estamos dolidos...", se quejó otro de los hombres más cercanos a Macri.


En el listado que enumeró el funcionario aparecen "la salida del cepo, la baja de la inflación, la reparación histórica para los jubilados y la vuelta al mundo; todo en sólo 14 meses".


Uno de los mecanismos que se están considerando es ejercer una especie de "doble control" sobre temas específicos. Especialmente en los temas sensibles, como el acuerdo entre el Estado y el Grupo Macri para cerrar el concurso preventivo del Correo Argentino. Si bien están revisando si reorganizan las prioridades, hay algo que el Gobierno no modificará: el método de la prueba y el error. Eso es parte del ADN macrista y no se negocia. "Tenemos que tratar de cometer cada vez menos errores, insisto, de procedimiento, no de política, porque acá no se discute si hubo mala intención. No somos un gobierno infalible. Errores los gobiernos cometen permanentemente", dijo ayer a Radio Nacional el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.


La semana que pasó dejó varios heridos entre los colaboradores del Presidente. Entre ellos se destacó el titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, encargado de explicar los porqués y los alcances de los cambios en la manera de aplicar el cálculo de la movilidad. Desde la Casa de Gobierno le reprocharon que no supiera explicar la medida.


Pero lo cierto es que dentro del Gobierno también cargan la responsabilidad sobre el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien vio en esa medida una oportunidad para aliviar las cuentas públicas y bajar, aunque sea un poco, el déficit fiscal.


Oscar Aguad, el ministro de Comunicaciones, también se llevó un reto. Es que ninguno de los integrantes del trío que componen Peña-Quintana-Lopetegui recuerda haber hablado del tema Correo con Aguad. Peña deslizó que el ministro "algo le había comentado", pero lo cierto es que el tema, que se debería haber tratado en junio, pasó "bajo el radar". Pero, al menos por ahora, nada de lo que ocurrió hizo mella en el poder del trío.


En el Gobierno también están molestos por las repercusiones mediáticas que tuvieron las marchas y contramarchas de las decisiones presidenciales, algo que deja al descubierto el impacto que tuvo dentro de la administración nacional.


"Todos critican por lo del Correo y la Anses, pero nadie destaca que esta semana sacamos la reforma al régimen de las ART", dijo, con una mezcla de lamento y reproche, un funcionario que estuvo involucrado en la contención del equipo presidencial en los últimos días.


Pasó una semana difícil para el Gobierno producto de errores propios. El jefe del Estado lo reconoció, aunque también destacó que todo se generó en un contexto especial: ya se lanzó la campaña electoral. Eso sí, "fueron días bravos", concedieron fuentes oficiales.


Fuente: La Nación



 

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