19/02/2017

El entrenador rosarino, que ya había tenido un buen paso por el Olympique de Marsella, selló un acuerdo con el equipo galo y a partir de julio se sentará en el banquillo de suplentes.


Marcelo  Bielsa entrenará al Lille “a partir del 1 de julio próximo”,  anunció este domingo el club del norte de Francia en un  comunicado publicado en su página web.


“El club y el entrenador argentino han firmado un acuerdo de  colaboración por dos años y que tendrá efecto a partir del 1 de  julio próximo”, escribió la entidad, que esta semana nombró a Franck Passi, antiguo adjunto de Bielsa en el Marsella, como  entrenador puente hasta la llegada del Loco.


Bielsa volverá así al fútbol francés, después de su experiencia en el Marsella en la temporada 2014-2015.


El Lille, cuyo triunfo en Caen el sábado le da un poco de  oxígeno en su lucha por no descender (14º), destacó que Bielsa es “reconocido internacionalmente por su capacidad para formar e integrar a los jóvenes talentos, sacar provecho a sus equipos y proponer un juego espectacular, generoso y ofensivo”.


Bielsa, cuya llegada al Lille ya se daba casi por hecha desde hace días, presenció en directo el sábado un encuentro del  filial del que será su nuevo club en Calais.


El club recordó que la llegada de Bielsa “era la opción  prioritaria del presidente Gerard López” después de que el  empresario hispano luxemburgués se convirtiese recientemente en  el nuevo propietario y presidente del Lille.


El director general, el español MarcIngla, destacó por su  parte que “Bielsa es sin ninguna duda uno de los entrenadores más respetados e influyentes del mundo” y que su llegada demuestra “las ambiciones del club”.


Bielsa, un apasionado que llevará su locura al Lille


Un entrenador adorado por los hinchas de los equipos a los que entrenó, pero devorado por su nivel de autoexigencia.


Un entrenador adorado por los aficionados de los equipos a los que entrenó, pero devorado por su nivel de autoexigencia y tomado a broma por sus maneras excéntricas y su pobre palmarés: así es Marcelo Bielsa, el técnico argentino que entrenará al Lille francés la próxima temporada. "Acabo de renunciar"... Imposible de contar el número de aficionados marselleses que se aprendieron esas palabras en español el día que Bielsa, un 8 de agosto de 2015, anunció su adiós a un equipo que, tras años de desengaños, llevó a soñar en solo una temporada.


La personalidad de Bielsa se describe también en esas palabras: la intransigencia (estimaba que la directiva marsellesa le engañó con las condiciones de su contrato), la extravagancia (renunciar tras el primer partido de la temporada) y la pasión (transmitida a los aficionados de los clubes por donde ha dejado huella, como Newells Old Boys, Athletic Bilbao o el mencionado Marsella).


Este argentino de 61 años, de mirada impenetrable, silueta descuidada y ostensiblemente desinteresado en cuanto a su forma de vestir, tiene una receta simple para ganarse el favor de los aficionados: su fútbol es romántico, espectacular, ultraofensivo y sin la mínima concesión. En una palabra: pasional. Su método de trabajo, muy exigente a nivel físico, permite sacar lo mejor de unos jugadores que no dudan en lanzarse al ataque para marcar goles y más goles.


Máxima exigencia


Con el Loco en el banquillo, el Marsella fue campeón de invierno, André-Pierre Gignac luchaba con Zlatan Ibrahimovic en la clasificación de goleadores y Dimitri Payet brillaba en su posición de organizador. Todo con el Velódromo llenó hasta la bandera, como en la gran época marsellesa de los años 1990.


Otro talento que se le reconoce a Bielsa es su apuesta por los jóvenes: en el Marsella debutaron prometedores talentos que después se vendieron a buen precio (Michy, Mendy, Imbula, Thauvin...) Recordado por dirigir al equipo sentado sobre una nevera portátil, su personalidad también fascinó en Marsella, así como sus prontos irrefrenables, que le llevaron, por ejemplo, a criticar sin piedad al presidente de la época Vincent Labrune, al que acusó de no cumplir con la promesa de fichajes.


"Nos identificamos con Bielsa por su visión del fútbol, su filosofía de juego fiel a nuestra divisa Directos al gol, su mentalidad, su franqueza, su respeto a los aficionados y a la institución, su admiración por el Velódromo, la ciudad de Marsella y su región", sintetizó en una entrevista al diario La Marseillaise en noviembre Matthieu Franceschi, exresponsable des South Winners, uno de los grupos de hinchas del OM.


Pero su intransigencia tiene una consecuencia molesta: sus jugadores acaban extenuados por sus exigencias en el trabajo. El Marsella, por ejemplo, acabó en una decepcionante cuarta posición en 2015 tras acabar líder la primera vuelta. Y con el Athletic, en 2012, llegó a las finales de la Copa del Rey y de la Europa League, pero en ambas cayó goleado (por 3-0 contra el Barcelona y Atlético de Madrid, respectivamente), y un mal tramo final de Liga le llevó a la 10ª posición.


Fuente de inspiración -


Por todo ello, el paso de Bielsa por sus clubes no suele prolongarse, aunque nunca tan breve como la que tuvo en el Lazio el pasado verano, club del que dimitió dos días después de fichar ante la falta de garantías de llegada de nuevos jugadores. La única excepción a esta regla han sido sus dos pasos por selecciones: Argentina (1998-2004) y Chile (2007-2011).


En otra muestra de la complicada personalidad de Bielsa, su pasión y exigencia en el trabajo, su apuesta por un fútbol atractivo y la entrega total de sus jugadores e hinchas no se ha traducido en grandes éxitos a largo de su carrera.


El mayor fracaso, no obstante, fue la eliminación en la primera fase del Mundial de 2002 de una selección argentina que estaba liderada por estrellas como Hernán Crespo, Gabriel Batistuta y Juan Sebastián Verón.


El palmarés de este hijo de una familia de ricos intelectuales y políticos argentinos se reduce a tres campeonatos en su país (1991, 1992, 1998), una medalla de oro olímpica (2004) y cuatro finales, todas perdidas, en Copa Libertadores con Newells (1992), en la Copa América con Argentina (2004) y las dos ya reseñadas con el Athletic Club.


Este escaso currículo es la principal diana de sus críticos, aunque en su haber está también que la filosofía de Bielsa ha impregnado a algunos de los técnicos con más caché en la actualidad: desde sus compatriotas Jorge Sampaoli, Diego Simeone y Mauricio Pochettino a, sobre todo, Pep Guardiola. El actual entrenador del Mánchester City declaró en 2012 que Bielsa era simplemente el "mejor entrenador del mundo". En Lille tendrá una nueva oportunidad de demostrarlo. Quizá la última.


 


 


 


Fuente: AFP

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