17/02/2017

El general Eduardo Villas Boas, afirmó este viernes que Brasil "es un país que está a la deriva" que carece "de niveles mínimo de disciplina social" y negó cualquier intervención de tropas.


Lo hizo durante una entrevista con el diario Valor Económico, en la cual descartó cualquier intervención militar para solucionar la crisis política de Brasil, como lo reclaman grupos ultraderechistas que organizaron protestas cuando estaba en el gobierno la ex presidenta Dilma Rousseff.


El general fue preguntado sobre los pedidos de esos grupos ultraderechistas que comandaron parte de las protestas en las que pedían con banderas gigantes una "intervención militar".


"Interpreto -respondió- el deseo de los que piden una intervención con el hecho de que las Fuerzas Armadas sean identificadas como reducto donde esos valores fueron preservados". "Según nuestra opinión, la diferencia con 1964 es que ahora las instituciones están funcionando. Existe un sistema de pesos y contrapesos que hace que la sociedad no deba ser tutelada, no puede haber atajos. Jamás causaremos inestabilidad".


El 31 de marzo de 1964 las Fuerzas Armadas iniciaron un movimiento que derrocó un día después al presidente constitucional Joao Goulart, quien finalmente falleció en 1976 en el exilio, en la provincia de Corrientes.


"Hoy somos un país que está a la deriva, que no sabe lo que pretende ser, lo que quiere ser y lo que debe ser. Por eso, el interés público, la sociedad está tan dividida y tiene un Estado subordinado a intereses sectoriales", dijo sin embargo el general.


Además, afirmó que el país tuvo "identidad fuerte" hasta los años setenta u ochenta, con una "ideología del desarrollo, algo que se perdió".


El jefe del Ejército también se refirió a la Operación Lava Jato, que investiga sobornos pagados por empresas a funcionarios y la financiación ilegal a partidos políticos, y sostuvo que Brasil "se niveló tanto por abajo en los parámetros ético y moral que somos un país sin un mínimo de disciplina social".


"La Operación Lava Jato es la esperaza de que se produzca en el país el cambio en el aspecto ético", sostuvo durante la entrevista, motivada por la intervención de las Fuerzas Armadas ante la crisis carcelaria de enero y en el patrullaje en los estados de Espirito Santo y Río de Janeiro.


Frente a las elecciones presidenciales de 2018, dijo que la situación de Brasil "establece una gran probabilidad de que existan candidatos de carácter populista", una definición a la que calificó de "muy preocupante".


 

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