26/09/2016

La nave se posará suavemente para siempre sobre el cometa 67P “Churi” donde ya lo espera su robot de exploración Philae.


Un impacto controlado que la dejará posada para siempre sobre el cometa 67P pondrá fin el próximo viernes a doce años de odisea espacial de la sonda europea Rosetta.


La Agencia Espacial Europea (ESA) dará por concluida la misión no bien Rosetta aterrice en el cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko (conocido como “Churi”), donde le espera, inerte, su robot de exploración Philae.


La maniobra de aproximación comenzará el jueves a las 17.50 hora de Argentina, cuando el centro de control enviará desde la Tierra, a más de 700 millones de kilómetros de distancia, la instrucción a Rosetta de que comience su descenso.


Lo impactará el viernes hacia las 9.20 argentina a una velocidad de 90 cm/s -es decir la de una persona caminando- tras recorrer 19 km de distancia que la separan de este cometa de unos 4 km de diámetro.


Aunque es posible que la sonda sufra daños por el choque, “no se va a estrellar, se va a posar suavemente”, explicó Francis Rocard, responsable del programa espacial francés CNES. “Tampoco va a deshacerse en mil pedazos”, aclara.


En el camino tomará fotografías y realizará observaciones -inéditas en un cometa a tan corta distancia- antes de aterrizar.


A los científicos en Tierra les interesa especialmente obtener imágenes de alta resolución y datos sobre el polvo y los gases que desprende el 67P. Son importantes para seguir avanzando en la comprensión del proceso de formación de los cometas y de nuestro Sistema Solar, según la ESA.


En el cometa se encuentra Philae, el robot que se posó en noviembre de 2014 antes de enviar valiosas observaciones a la Tierra.
Philae está inerte desde que en julio de 2015 agotó por completo sus baterías, que no pudo recargar por estar sus paneles mal orientados en una grieta con escasa exposición solar.


Viaje eterno en el cometa


El cometa 67P se dirige actualmente hacia la órbita de Júpiter. Seguirá alejándose del Sol en su trayectoria elíptica, hasta unos 850 millones de kilómetros de distancia del astro rey.


Rosetta perderá por completo la capacidad para almacenar energía solar suficiente como para seguir operando sus instrumentos de observación y transmisión de datos a la Tierra por ondas de radio.


Por eso, la ESA decidió dar por concluida su misión. Cesará de emitir por completo, conforme a los tratados internacionales que rigen el espacio exterior, para evitar contaminarlo con señales inútiles que puedan interferir con otras misiones.


Al aterrizar en el cometa en 2014, Philae había rebotado dos veces en su superficie antes de quedar inmovilizado en un lugar obscuro.
Rosetta llegará a un lugar alejado de Philae, en una pequeña llanura rodeada de hoyos desde donde el cometa proyecta chorros de gas y polvo, que la sonda también intentará observar en sus últimos minutos de vida.


La ESA no descarta imprevistos en esta maniobra final, incluyendo la posibilidad de perder horas antes el contacto con Rosetta.
Tras cesar toda actividad de la sonda, los restos de Rosetta y Philae acompañarán para siempre al cuerpo celeste, poniendo fin a una aventura sin precedentes en la historia de la conquista espacial.


Proyectada hace más de 20 años, la misión permitió avances en la comprensión de la formación del Sistema Solar desde su nacimiento, ya que se considera que los cometas son vestigios de su materia primitiva. “Fue una misión científica perfecta y una muy buena cosa para Europa”, dijo Jan Woerner, director general de la ESA.


Viaje de más de 7.000 millones de km


La misión de la sonda europea Rosetta es una aventura espacial decidida hace 23 años. Este viaje de 7.000 millones de kilómetros, sembrado de obstáculos y sorpresas, movilizó durante más de dos décadas a 14 países europeos y Estados Unidos.


Noviembre 1993: luz verde a Rosetta


La misión Rosetta fue aprobada en noviembre de 1993 por la Agencia Espacial Europea (ESA) que busca comprender los orígenes de la vida en la Tierra analizando el polvo del cometa. Se decide hacerlo “in situ” mediante un robot de exploración, Philae.


Marzo 2004: objetivo 67P


Más de 10 años después del inicio del proyecto, la sonda Rosetta es lanzada al espacio a bordo de un cohete Ariane 5. Su objetivo: el cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko, conocido como “Churi”.


2005-2009: billar cósmico


Para acelerar su viaje, Rosetta utilizó los campos de gravedad de la Tierra y de Marte. Se trató de un verdadero juego de “billar cósmico”, propulsándose gracias al efecto de “honda” gravitatoria. Se aproximó a la Tierra en marzo de 2005, noviembre de 2009 y a Marte en febrero de 2007.


2010: entre los asteroides


Tras rozar a Steins en 2008, Rosetta sobrevoló en julio de 2010 a Lutetia y toma más de 400 imágenes de ese asteroide de 100 kilómetros de diámetro, situado entre Marte y Júpiter.


2011-2014: 957 días de hibernación


La radiación solar es insuficiente para alimentar las baterías de sus equipos. En junio de 2011,Rosetta, que se encuentra a 800 millones de kilómetros del Sol, es colocada en “coma artificial”, una hibernación de 957 días que le permitirá ahorrar energía.


Agosto de 2014: encuentro con el cometa


En enero de 2014, la sonda despierta y retoma su periplo hacia el cometa, que se encuentra a 9 millones de kilómetros. Gracias a sus 11 instrumentos de medida y de observación, comienza a escanear su superficie. El 6 de agosto, Rosetta se coloca en órbita alrededor del cometa para acompañarlo en su periplo al Sol.


Noviembre de 2014: Philae en el cometa


Tras diez años de viaje como pasajero de Rosetta, el pequeño módulo Philae aterriza en noviembre de 2014 en el núcleo del cometa 67P, un hito en la historia de la conquista espacial. Equipado de una decena de instrumentos de observación científica, el robot logra trabajar durante unas 60 horas, antes de apagarse por falta de luz solar suficiente para cargar sus baterías solares.


Junio de 2015: misión prolongada


La ESA prolonga en junio de 2015 la misión Rosetta por nueve meses, hasta fines de setiembre de 2016. Philae despierta tras siete meses de hibernación y se comunica varias veces con Rosetta. El último contacto se produce el 9 de julio.


Agosto de 2015: cerca del Sol


En agosto de 2015, el cometa 67P alcanza su perihelio, es decir el punto de su órbita más cercano al Sol (186 millones de kilómetros), la sonda se encuentra en primera fila para observar los chorros de gas y polvo que proyecta el cometa.


2016: últimos contactos con Philae


La sonda europea, cuyos paneles solares reciben cada vez menos luz, cortó su última comunicación con el pequeño robot con el objetivo de economizar potencia. El 2 de setiembre de 2016 Rosetta logró, gracias a su cámara Osiris, localizar a Philae, cuyo paradero exacto se desconocía desde el aterrizaje.


 



Fuente: AFP

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